El valor de su arte

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No recuerdo la última vez que me tocaron, que posaron sus suaves dedos sobre mis delgadas y finas páginas.
Extraño esas noches, largas e interminables, con el que cada párrafo o estrofa sacaba de sus labios una linda sonrisa y de sus ojos lagrimas saladas.

Eran tan incitantes y exquisitos esos pequeños  rocíos de agua que caían sobre mis letras y traspasaban el papel, recuerdo claramente de donde vine y como vine, nunca se borrara de mi mente la imagen de ese hombre, fornido y barbudo, que en papel de plástico me envolvió y a esas manos delicadas y femeninas me entregó. 

Es inigualable el brilló de los ojos de aquella mujer, al verme, al sentirme, al degustar con sus manos las 570 páginas encerradas en mi pasta; También recuerdo con estragos la primera vez que hojeó página por página, repasando cada palabra que seguía su mirada.
Nunca olvidaré que le saque de esos labios rojos y carnosos, diecisiete sinceras sonrisas , ocho carcajadas y cuarenta lagrimas exactas. La segunda y la tercera observada que dio por mis páginas , sentía como cada vez disminuía cada sentimiento hacía mí,  pero había una parte, una especial, una que siempre la hacía lagrimear con el mismo sentimiento , decía: "de qué te sirve conocer a ese hombre, hermoso y caballeroso si ni te determina", después de leerlo, ella lo repetía en voz alta, mientras se limpiaba las lagrimas de la cara con la palma de su liza mano.

La quinta vez que me leyo, un escozor intenso y doloroso me tocó, ella ya no sentía nada al leer mis páginas; Mi única parte sanativa era la de aquella frase de el hombre caballeroso, pues seguía  ese sentimiento de dolor intacto en ella, como siempre, releyó  la frase en voz alta una vez más, lo que yo no sabía es que era la última frase que ella leería en mí, pues de un solo totazo me cerró y nunca más me abrió.

Ya han pasado 5 meses y aún la veo llorar porque el hombre fornido y apuesto que me regalo a ella, la traicionó,  le recriminó que ella no valía nada ni en su cama, ni en su corazón; Como quisiera que me abriera una vez más, que terminará de leer la parte que le sobró antes de cerrarme ; Sé que la haría  muy felíz  con la primera estrofa que dice " y aun que te digan que no vales nada, recuerda  que alguna vez vendieron una obra de arte de cinco mil millones de dólares a solo tres dólares con cincuenta centavos".

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⏰ Última actualización: Mar 19, 2020 ⏰

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