El mundo es un lugar muy difícil, en realidad la vida nunca ha sido algo fácil, mas cuando se vive en una sociedad tan destructiva consigo misma, egoísta, orgullosa y muchas veces cerrada a escuchar y valorar los regalos de la vida, la belleza del amor y la gran virtud y esperanza que la existencia misma conlleva.
Vivimos en un mundo donde cualquiera pueda salir lastimado, donde la traición es un asecho constante e incluso donde la fe en nosotros mismos puede caer a pedazos, muchas veces obligándonos a abandonar lo que somos solo para buscar un refugio detrás de una o varias máscaras, máscaras de dolor que reflejan felicidad o mascaras de miedo que reflejan valentía.
Nos vemos rodeados de un ambiente donde nos hacen sentir impotentes, desolados, otras veces sin que siquiera nos demos cuenta somos nosotros quienes causamos ese daño en los demás, y eso no nos vuelve peores, pues los errores son algo continuo en nuestra vida diaria, pero el verdadero problema esta cuando esos errores lastiman a otros o incluso llegan a lastimarnos a nosotros mismos.
Y si, puede que pasemos muchos momentos así, y no los vamos de dejar de pasar, pero solo nosotros somos capaces de volver todas esas situaciones de algo distinto, y tomar todo lo bueno que podamos de ellas y lo más importante, aprender de ellas, pues todos somos principiantes en la vida, nadie vive más de una vez, por lo tanto todos estamos aprendiendo de ella, pero si no dejamos que ella nos enseñe lo que tiene para enseñarnos nos quedaremos estancados y anclaremos nuestra vida a un pasillo oscuro del cual no podremos salir si no tenemos voluntad para hacerlo.
No voy a decir que es algo fácil, pero sí puedo decirte que no es algo imposible, y si tú estás leyendo esto hoy es porque todavía hay personas que creen en ti, yo creo en ti, no porque te conozca, sino porque aun creo en la humanidad de las personas y que en ellas hay una fuerza inmensa, pero que solo si ellas se dan cuenta de que la tienen lograran superar cualquier obstáculo.
Y por eso te advierto, va a doler, vas a sufrir y vas a llorar, pero también vas a reír, vas a sentir paz y vas gozar de felicidad, porque de eso se trata la vida, siempre será un vaivén de emociones y las personas no siempre serán buenas, pero si tu logras comprender todo esto, reconocer la fuerza que hay en ti y luchar no solo por ti, sino también por los otros, es cuando realmente encontraras el sentido que tiene la vida misma.
No abandones tus sueños, son una parte de nosotros que nos permiten mantener la esperanza, pero algo mucho más importante, nunca te olvides de amar, pues eso es lo que mantiene nuestro verdadero lado humano.
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Epístolas de un corazón ordinario [En Edición y publicación]
EspiritualVarios relatos de la percepción de la vida una persona común, algunos más largos que otros pero son creados con la finalidad de que quien los lea encuentre en ellos la ayuda que necesita o que tan solo logre ver las cosas desde una perspectiva disti...