Pov. Young Saeng
Estuve dándole vueltas al papel que me entregó ________ por dos días. No me atrevía a llamarla y me sudaban las manos de sólo acercarme al teléfono. Mi madre lo noto y se acercó hablarme.
- ¿Algún problema con el teléfono hijo? - me pregunto con una sonrisa en los labios
Me sentí pillado y me avergoncé. Maldito rubor, me llegaba en el momento menos indicado.
- No - mentí de muy mala forma - Sólo esperaba un llamado quizás - dije luego dudando en realidad que me llamarían
- ¿Y tú piensas que si le haces guardia al teléfono te llamarán antes?
- No mamá, por favor - le suplique, ya bastante avergonzado
- Esta bien, yo sólo preguntaba y ¿es una chica verdad?
Mi madre y su perspicacia. No había como mentirle.
- Si - le dije, bajando la voz - Pero por favor no le digas a papá o comenzará con sus sermones...
- ¿Qué no me digan que? - se asomó mi padre
Maldición, en esta casa no existían los secretos.
- Bueno creo que Young Saeng tiene una cita - dijo mamá, riendo - Pero no se atreve a llamar o no se quizás espera que lo llamen...
- Mamá - le gruñi - ¿Qué parte de no le digas es la que no te quedo clara?
- Hijo, tu padre era como tú - dijo mamá - Hasta que se decidió, quizás pueda aconsejarte
Mi padre era un hombre especial. Quizás mamá tuviera razón.
- Ven hijo toma asiento - dijo Yacer haciéndole un guiño a Tricia, mi madre
- Por favor no le avergüences - dijo ella
- Por supuesto que no
Y comenzó a contarme la historia de ellos. Yo la conocía antes, pero esta vez me contó algunos detalles que desconocía. Me dijo que antes él era muy tímido y reservado, no como ahora y que mamá era la chica popular. No me lo imaginé así. También me contó que le costó muchísimo decidirse hablar, pero cuando finalmente lo hizo, se ganó el corazón de Tricia. Se veía sencillo, sólo que mi madre no era _______, ella podía ser muy intimidante.
- Así como lo vez, es cuestión de decisión - me dijo papá
- Bueno, gracias - le dije, poco convencido de que con _______ fuera cuestión de decisión - Pero en serio, ella es diferente....
- Hijo, todas lo son - dijo papá con una sonrisa
Estamos en ello cuando sonó el teléfono. De un salto gigantesco ya estaba a lado de el. Escuche como papá y mamá reían, pero no les hice caso.
- Si - dije con voz temblorosa
Ella me pregunto si me acordaba de ella. Uf, por Dios si supiera cómo y de que forma me había acordado de ella...
- Por supuesto - le dije con algo más de confianza
Ella me dijo que quería hacerme una propuesta. Tragué en seco, luego me pregunto si estaba libre está noche... supongo que por cortesía, no había noche que yo no estuviese disponible, jamás salía de casa. No podía ni pensar en la posibilidad de salir con _______ la hermosa, la perfecta, la diosa...
- Si - le dije convencido. Y luego, tratando de tragarme mi vergüenza le propuse - ¿Quieres que pase por ti o ......?
No me dejó pasar por ella y eso me decepcionó. Pensaría que era muy poca cosa o quizás se avergonzaba de mí eso me puso triste. Pero cuando me pidió la dirección y luego me insinuó que avisará que llegaría tarde, el corazón se me disparó a mil por hora. No podía ni pensar en lo que me esperaba la noche pero quizás podría ser mi primer? Se me agarroto el estómago en pura emoción.