Una "cita" clandestina

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Marinette entró en el despacho temido por todos. Dentro se encontraba el señor director, como era de esperar. Sin embargo, había una figura más en la pequeña sala; un chico de ojos verdes, pelo negro y chaqueta roja.

- OH! - Exclamó el director- Buenos dias Marinette. ¿Qué te trae por aquí? - se mostraba sorprendido. No era habitual que me pasara por el lugar, a no ser que fuera por deberes y obligaciones que le correspondía por ser delegada de clase. Era normal su gesto extraño.

- Me he distraído en clase y la profesora Mendeleiev se enfadó y me envió aquí - Marinette contestó sin más.

La chica tenía una gran confianza con el pobre hombre. Le conocía desde que tenía memoria, aún recordaba cuando era una niña de cinco míseros años y atendía a su futuro director. Él resultaba ser un consumidor frecuente en la panadería de su familia. En resumen, aquel señor le había visto crecer.

- Ah entiendo - dijo serio tras la explicación. - ¿Y se puede saber por qué te has distraído? - preguntó cambiando de tono a uno más...curioso.
- N-nada importante - tartamudeó la chica - pensaba en diseños y cosas así - se apresuró a contestar.
- Uuuh ¿enserio? - comentó interesado - No creo que sólo sea eso…¿tu que opinas Marc?

Las miradas voltearon a la tercera figura presente en la sala. Marc de forma tímida movía los dedos sin saber qué decir.

- Quizás - comenzó a hablar- Quizás tenga mañana una cita...Y esté nerviosa por ello.

El silencio volvió mientras el rostro de la única chica se enrojecia debido a la vergüenza sentida.

- N-No es una cita - explotó de golpe.

Tras es grito salió corriendo de la habitación al sentirse indefensa respecto al tema. Marc se sintió culpable y siguió los pasos de la chica para disculparse.

Los ojos del director se iluminaron al analizar lo que acababa de pasar. El tema era muy interesante, la verdad. Personalmente animaría a la chica y le dejaría su espacio perooo…

El Búho estaría pendiente de la joven panadera.