🍑Take A Photo🍑 [Kookgi]

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Por fin habían terminado las clases, la última campana sonó y todos los alumnos se levantaron largandose del salón rápidamente, mientras Jungkook saludaba a sus dos amigos nuevos, Yoongi se despedía de  Sehun y Soomin.

Ambos fingieron tardar en guardar sus cosas hasta que el salón quedó completamente vacío, fue entonces cuando Yoongi, poniéndose la correa de su mochila al hombro, se acercó al castaño teniendo que alzar un poco su vista para alcanzar a su rostro.

– Vamos? –habló primero el más alto.

Entonces Yoongi, recordando cuales eran los planes se rascó la nuca notando un gran error.

– Jungkook...

– ¿qué pasa?

– la biblioteca de la escuela cierra más temprano los martes y jueves.

– y hoy es jueves... Ya veo.

El castaño se sobó la frente irritado y miró a su compañero.

– ¿Quieres pasarlo para mañana?

– No puedo, mañana debo ir con la directora e informarle como me puse al tanto con todo...

– entiendo, ¿Qué necesitabas saber?

Jungkook soltó una pequeña risa por la ironía de lo que estaba por decir.

– los horarios y las fechas importantes.

– ay niño, que desorganizado eres. Escucha, tengo todas esas cosas bien anotadas en mi casa, podemos ir y te pasaré todo lo que necesites.

Jungkook lo miró intrigado, no se comportaba como lo hacía con los demás y eso lo confundía.

– está bien, ¿dónde vives?

– en uno de los edificios de la calle principal, yo te diré cual.

– okey, vamos.

El más alto puso una mano en la espalda de Yoongi guiandolo por los pasillos mientras que este se sentía extraño, otro chicos lo tomaban por la cintura o si eran confiados del culo.

Terminaron en el estacionamiento de la escuela, Yoongi esperaba encontrarse con una bicicleta vieja pero se sorprendió al ver a Jungkook pararse al lado de una gran moto, alta y aparentaba ser muy pesada la cual a Yoongi le llegaba a la cadera.

– vamos súbete.

El pálido se sintió avergonzado al pararse a un lado de la moto y volvió la vista al contrario.

– No puedo... –dijo casi en susurro.

– ¿Cómo que no puedes?

– no llego Jeon, voy a caerme si intento subir a esa cosa.

El nombrado suspiró haciendo su cabello hacia atrás, se acercó a su compañero y lo subió a la moto tomándolo por la cintura.

– gracias... – lo único que atinó a hacer Yoongi fue poner sus manos en los brazos del castaño para que no lo soltara.

Este le dió un pequeño abrazo por la cintura y se subió a la moto dejando su mochila enganchada al manubrio del vehículo

– agárrate.

Yoongi entendió rápidamente y abrazó a Jungkook entrelazando sus manos sobre su abdomen.

El castaño miró las delicadas manos del peliazul y sonrió sintiendo mejilla de este pegada a su espalda. Yoongi se sentía extrañamente libre y fresco, realmente nunca se había subido a una moto por miedo, pero con aquel chico se sentía seguro.

Luego de un rato Yoongi le dió un pequeño toque en el abdomen sin soltarse.

– ¿Qué pasa pequeño?

Se sonrojó "¿Pequeño?"

– en la siguiente calle, el edificio amarillo pastel.

Prestó atención a lo que decía el más bajito y dejó la moto frente a la entrada del edificio.

– ¿te da miedo bajarte?

– ¡no tengo miedo!... Solo no quiero caer.

Jungkook rió bajándose y lo cargó delicadamente dejandolo en el piso. Yoongi abrió el bolsillo de su mochila tomando un manojo de llaves y abrió la puerta principal del edificio sin siquiera verlo.

– vamos.

Ambos adolescentes entraron rozando hombros y así caminaron al elevador, Yoongi pasó frente al castaño presionando el botón del sexto piso y se volvió viéndose al espejo del elevador y comenzó a arreglar su cabello y ropa.

Jungkook notó esto y se paró detrás de él tomando sus hombros

– ¿Qué tanto te miras? No te esfuerces por arreglarte, así estás hermoso.

Yoongi se tensó por las palabras de su compañero y se volteó quedando cara a cara.

– solo quiero causar una buena impresión.

– estamos solo tú y yo Yoongi.

– quiero... Causarte una buena impresión...

– ya lo has hecho Yoongi....

Jungkook tomó al pálido por la cintura pegándolo a él y este rodeó su cuello con sus brazos, ambos se acercaban a los labios del otro hasta que escucharon como alguien carraspeaba su garganta, en ese momento ambos se separaron viendo a una anciana queriendo entrar al elevador y salieron sin siquiera verse.