capítulo 5

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Narra Alex

No podía abrir los ojos, era como si los tuviera pegados con cinta adhesiva o tal vez solo era porque no podía acostumbrarme a la luz que había. trate de recordar donde estaba o porque estaba aquí, luego me llega un pensamiento fugaz de algo golpeando mi cabeza y yo desmayándome, entonces me incorporo en lo que parece una cama, cuando me acostumbro a la luz, me doy cuenta de que realmente estaba acostada en una cama. no era de las de la enfermería, no, era una cama rosada con almohadas rosadas, trate de identificar el lugar en el que estaba y observe todo el cuarto. paredes moradas, pósteres de Pinkie Pie y a lado de la cama había un buró, en el estaba un batido de fresa y unas galletas con forma de flor. me levante de la cama algo aturdida y con dificultad camine hacia la puerta, la abrí un poco, pero me dio algo de miedo salir del cuarto, luego empecé a imaginar que tal vez me habían raptado para vender mis órganos, me asuste y cerré la puerta rápido, retrocedí unos pasos algo asustada y choque con un ropero y algo cayo a mis manos, al observar mejor, vi que era una fotografía, de una chica con cabello morado y mirada perdida abrazada de un chico rubio con camisa de cuadritos color rojo, eran Becca y Kris. después de pensarlo unos minutos me pregunte ¿que rayos hago en la casa de estos tipos? volví a abrir la puerta y entonces escuche una voces que venían de la cocina. 

-¿me puedes repetir porque teníamos que traerla aquí?- era una voz masculina que estaba segura jamas olvidaría, era Kris.

-es mi amiga y los amigos no olvidan a sus amigos desmayados en la escuela-esa era Becca, reconocía ese tono chillón.- aparte me sentí responsable ya que yo hice que saliera del salón, es linda, ¿no te parece linda? es algo pálida pero linda, esa clase de chicas te gustan, ¿no?- me quede algo muda, me importaba algo la respuesta de Kris, aunque trataba de negarlo.

-yo... ¿nunca te cansas de hablar?-se escucho un corto silencio-sabes que, no me respondas, mejor ve a ver si la estirada ya se levanto-fruncí la boca al escuchar el apodo "estirada" al escuchar pasos subir las escaleras corrí a la cama y fingí estar dormida, la puerta se abrió y yo sentía mi corazón latir demasiado rápido. 

-se que estas despierta- escuche a Becca decirlo con voz cantarina, me gire y la voltee a ver, ella me sonrió y se encogió de hombros- ¡no te preocupes!- se acerco un poco a mi y en modo de susurro dijo- se que estabas escuchando- la vi sorprendida y ella volvió a encogerse de hombros- tengo un don especial en estas cosas- soltó una risotada y luego volteo a ver al lugar de la malteada y las galletas- ¿no te lo has comido? cómelo, te aseguro que calmara tu dolor, tu estrés y lo más importante, ¡ya no tendrás hambre más al rato!- la mire con una ceja alzada y ella no dejaba de sonreírme, se acerco al buró y tomo el batido de fresa, me lo tendió pero yo negué con la cabeza- bueno te ayudare un poco- empezó a tomar del batido- ¡rayos! esto es delicioso- siguió tomando el batido de fresa y se lo acabo- lo siento, me lo termine, pero no te preocupes iré por un poco más- se dio media vuelta pero yo la detuve.

-¡espera!, no quiero más batido, gracias- dije algo apenada sin saber que hacer, decidí por levantarme e ir junto a ella- yo... creo que me tengo que ir, gracias por todo...- me quede muda por un momento- ¡¿que hora es?!

-son las... cinco y media- salí corriendo del cuarto esperando escapar de esa casa para encontrarme con mis amigos a los que les había prometido prestarles mi casa para su fiesta, pero, por más sorprendente que suene, Becca llego antes que yo y se interpuso en la puerta de salida.- ¿a donde vas? ¿a tu fiesta? invitaron a mi hermano y a mi y tus amigas y esa chico tan guapo me dijeron que ellos se aran cargo de todo y que no te preocuparas, cuando sean las diez, iremos a la fiesta- sorprendida me di media vuelta y me encontré con algo muy desagradable: Kris.

pensé que tal vez se burlaría de mi o me correría de su casa, pero en vez de eso, se acerco demasiado rápido a mi con gesto preocupado y reviso mi cabeza, me tomo tan sorprendida que no me moví cuando acerco su rostro al mio y me vio directamente a los ojos como si buscara algo malo en mi.

-¿estas bien?, dios, ese tipo lanzo tan duro la pelota... pero no te preocupes, me asegure de que no se le ocurra lanzar algo de nuevo- me ruborice un poco, el estaba bastante cerca de mi y pude notar unas cuantas pecas por su nariz, me quede hipnotizada, pero rápido me calme y lo aleje de mi. 

-estoy... estoy bien- sentía la cara caliente, busque en mi ropa mi celular, pero no lo encontré y me asuste demasiado, empecé a respirar como si tuviera asma, Kris se acerco a mi asustado.

-¡Becca! ¡llama a una ambulancia! tranquila, todo estará bien- vi a Kris y negué con la cabeza asustada.

-mi celular- Kris me vio con duda- ¡no encuentro mi celular!- Kris me vio con mirada sorprendida y la boca entreabierta.

-no solo eres una estirada, eres una materialista, una plástica como todas- se mofo de mi y cruzo los brazos, yo no le respondí, busque como loca mi celular y no encontré nada, solté un grito de exasperación y mire a Kris con preocupación, el suspiro- yo... creo que se te cayo en la escuela- se encogió de hombros algo avergonzado. asentí con la cabeza y salí de la casa, solo había un problema, no sabia en donde rayos estaba, mire de un lado a otro y solo veía enormes casas con grandes jardines, algo asustada y sin saber que hacer me sobe la cabeza, de pronto sentí una mano pesada en mi hombro, voltee y vi a Kris, apretó la mandíbula y sonrió forzadamente- ¿quieres que te lleve?- asentí y di las gracias- no agradezcas, que mi hermana me amenazo, súbete al carro, no tengo todo el día- entrecerré los ojos y trate de imaginarme que su cerebro explotaba. 

en el coche todo era incómodamente silencioso, entonces Kris prendió la radio y una pegadiza canción empezó a sonar, Kris empezó a cantar en voz baja y luego comenzó a subir cada vez más la voz, la voltee a ver con la ceja alzada y el me vio con una sonrisa coqueta.

-vamos- dijo sin dejar de sonreír- canta, se que te la sabes- me guiño un ojo y yo suspire e ice una mueca- o... ¿acaso tienes vergüenza? gallina- solté una leve risa y lo vi con ironía.

-no me importa lo que pienses de mi- el no dejo de verme y se mordió el labio, algo que me hipnotizo un poco, pero luego regreso la vista al camino y yo dirigí mi vista al frente.

-como digas... gallina- Kris empezó a cacarear y sin poder creérmelo empecé a cantar la ridícula canción que sonaba en la radio y el chico que estaba a lado de mi me miro con clara sorpresa, sonreía ante su expresión y luego sentí el sol detrás mio, seguí cantando y luego la canción termino. vi a Kris y este había dejado de manejar mientras me miraba fijamente, trague saliva y sonreí nerviosamente. Luego me enoje ya que odio que me miren fijamente y deje de verlo para regresar mi vista hacia adelante, carraspee. 

-¿no deberías estar viendo por donde manejas?- dije en tono altanero y el dejo de verme, luego rió, bueno en realidad se carcajeo, lo mire con una ceja alzada preguntándome, ¿que es tan gracioso?- lo siento me perdí, ¿de que te ríes?- el no me dirigió la vista pero seguía sonriendo.

-nada, no es nada- su sonrisa burlona era tan grande que me dieron ganas de reír también a mi, pero luego recordé que mi celular estaba perdido y que tal vez mi madre este como loca llamándome. me empecé a morder las uñas nerviosamente y roge a dios que me ayudara a encontrar mi celular (no es que sea religiosa, pero una ayuda divina no estaría de más en esta situación).-todo estará bien, encontraremos tu celular, deja de morderte las uñar y quita esa mirada de loca de tu cara, que me estas asustando.-dijo algo serio y yo lo volite a ver con enojo.

Llegamos a la escuela y aun estaba abierta, como había clases en la tarde aun habían estudiantes en la escuela, entramos y fuimos al lugar en el que mi celular cayo.

Pero de repente siento como unos brazos me rodean y me abrazan con fuerza.

No Juzgues Un Libro Por Su PortadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora