Xiaojun se despertó sobresaltado y miró la hora en e despertador.
-¡Oh, no! ¡Llego tarde al trabajo otra vez! -gritó-. ¡Jaehyun me va a matar!
Jung Jaehyun era su jefe y ya le había advertido que si volvía a llegar fuera de la hora, lo despediría.
Jun tomó su billetera y las llaves del auto y salió con gran apuro de su casa. No fue hasta después de hacer unas cuadras que notó que no se había cambiado la ropa, no se había peinado ni lavado los dientes. Se miró en el espejo retrovisor para ver cómo lucía. Nada mal, considerando que acababa de despertarse. Como el tiempo le urgía, decidió no regresar para arreglarse.
-En cuanto llegue, iré al baño para asearme un poco -pensó.
Mientras conducía, trató de recordar qué había estado soñando para despertar tan asustado.
-Tuve una pesadilla... -se dijo, no muy convencido, porque no recordaba haber soñado con algo feo. Y sin embargo, aún persistía en él la sensación de angustia con la que había amanecido.
Repentinamente, las imágenes comenzaron a aparecer en su memoria, como si estuviera viendo una película.
Se vió a sí mismo caminando por un sendero en medio de un bosque, ascendiendo hacia la cima de una colina dónde se divisaba una hermosa casa blanca , rodeada de un bonito jardín. Xiaojun comenzó a correr con alegría. Esa era la casa de sus sueños, quería vivir allí.
Empujó la cerca y se dirigió presuroso a la puerta. Golpeó con insistencia unas cuantas veces hasta que un chico perfecto como la casa, era más alto que él, con rasgos afilados y pelo negro al igual que sus ojos; abrió la puerta y lo miró con expresión asustada.
-¡¿Otra vez aquí?! -gritó-. ¡Ya te dije que no quería volver a verte!
Al recordar esa escena, Xiaojun pisó el freno para detener el auto. El conductor que venía detrás suyo gritó algo, que él no alcanzó a escuchar.
Se había quedado paralizado. Conocía a ese chico, estaba seguro. Pero no recordaba dónde lo había visto antes. Comenzó a pensar en los detalles del sueño, la casa, las flores del jardín, la cerca blanca. Tuvo la inquietante sensación de que ya había estado en ese lugar, pero no dormido, sino en la vida real.
El bocinazo de un auto lo sacó de su ensimismamiento. Arrancó nuevamente, mientras miraba su reloj.
Definitivamente se le había hecho tardísimo.
Al verlo llegar, Jaehyun no aceptó sus excusas y le dio el último aviso. A la próxima llegada tarde, lo despediría.
Durante el día estuvo tan ocupado con la enorme cantidad de trabajo que Jaehyun le encomendó, que no tuvo tiempo de pensar en el sueño. Llegó a su casa y se echó en la cama, exhausta. Miró las manchas de humedad que había en el techo y suspiró.
-Tengo que llamar a un techista -se dijo en voz alta.
Pero luego pensó en todos los otros arreglos que debía hacer y de sólo imaginar cuánto le costarían, se desanimó.
-Ahorraría dinero si vendiera esta casa y compraría una nueva -murmuró.
Se incorporó en la cama. ¡Era eso! Seguramente había ido a ver esa hermosa casa blanca para comprarla. Y el chico, pues, el pelinegro seguro que sería su dueño y por eso su rostro le resultaba familiar.
Tranquilizado por este pensamiento, se adormeció enseguida.
A la mañana siguiente, Xiaojun volvió a despertarse sobresaltado en el momento en que el chico comenzaba a gritarle. Había tenido el mismo sueño. Nuevamente, le sobrevino una angustia como la de la mañana anterior. Pero esta vez no tuvo necesidad de mirar la hora en el reloj despertador para saber que se había hecho tarde.
Las imágenes de sueño la acompañaron durante todo el trayecto al trabajo. No podía quitárselo de la cabeza. En cuanto llegó a su oficina, Jaehyun repitió su ultimátum del día anterior. Aunque siempre le advirtiera con despedirlo, él sabe que nunca lo hará, ese hombre era de oro, y lleno de amor por más que se esfuerce en hacerse el rudo.
Jun trabajó como un burro hasta la noche. Y al llegar a su casa, se echó en la cama a pensar por qué habría tenido dos noches seguidas el mismo sueño.
-Evidentemente, quiero que esa casa sea mía -concluyó.
Trató de recordar qué le habría dicho el dueño, cuánto pediría por su propiedad, en qué momento habría ido a verla. Pero fue inútil.
-Mañana, con tiempo, buscaré en mi agenda las direcciones de todas las casa que vi. Quizás la encuentre -se dijo esperanzado y al instante se durmió.
Volvió a soñar esa noche con la casa blanca y el chico hermoso dueño de ésta. Y también la noche siguiente, y así durante una semana. Xiaojun comenzó a desesperar. Todos los días despertaba en el instante en el que el chico le gritaba sin contemplaciones. Todos los días llegaba tarde a su trabajo. Todos los días Jaehyun amenazaba con despedirlo. Y por si fuera poco, tenía la sensación de que su jefe, sólo por molestarlo, le hacía repetir el mismo trabajo una y otra vez.
Xiaojun estaba aturdido. Al octavo día, decidió no ir a trabajar. Dedicaría toda la jornada a buscar esa casa. Estaba seguro de que la encontraría. Subió a su auto y se dirigió a las afueras de la ciudad.
Al tomar la ruta, su ánimo cambió. Estaba seguro de que iba en la dirección correcta. Casi gritó de la emoción a reconocer un camino de tierra que se habría hacia la izquierda. Ahora estaba seguro. Ya había estado en ese lugar, hasta ya le sonaba que el chico se llamara Hendery, como si ya lo hubiera conocido antes.
Tomó por ese camino hasta que descubrió el estrecho sendero que se abría en el bosque. Bajó velozmente de su auto y subió la colina casi corriendo.
Allí estaba. La casa blanca aparecía tal cual la había soñado toda la semana, con su cerca, su bonito jardín. Xiaojun no dudó un instante y fue directo a golpear la puerta. Igual que en el sueño, el chico lo miró espantado en cuento abrió.
Antes de que Hendery pudiera decir algo, Jun comenzó a hablar.
-Disculpe, Hen... -casi se le escapa el nombre -. Le parecerá raro lo que voy a decirle pero toda la semana estuve soñando contigo y con esta casa, creo que ya nos conocemos, ¿verdad? Usted la había puesto en venta y yo vine a verla para...
-Lo siento -le interrumpió a media habla-. Ya no está en venta.
-¿No? -se desilusionó Xiaojun-. ¿Puedo saber por qué?
-Porque hace un mes vino a verla un chico muy hermoso con la ilusión de comprarla. Y se la iba a vender, pero tuvo la desgracia de tener un accidente al salir de aquí porque... -suspiró Hendery -. estaba muy apurado por llegar a su trabajo. Desde entonces su fantasma no ha dejado de visitarme.
-¡Oh...! -se sorprendió Jun-, ¿un fantasma? Bueno, je. Yo no creo en fantasmas.
-Pues... deberías -acotó el alto.
-¿Por qué lo dice? -preguntó extrañado Xiaojun.
-Porque ese fantasma eres tú -respondió Hendery mientras cerraba la puerta.
Fin
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🔸SEÑORAS Y SEÑORES A ESTO LE LLAMO YO UN FINAL INESPERADO A LO ZensCT ¡¡¡PAPSÚ!! 👏👏👏😂
🔸No sé por qué pero siempre termino poniendo a Jaehyun como Boss🔥😏
🔸(Pd: papsú es la pronunciación de "aplauso o aplausos" en coreano)
GRACIAS por leer L@S AMO
ATTE: ZensCT

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𝐅𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐌𝐀𝐒 || 𝚗𝚌𝚝
FanfictionHay quienes no creen en fantasma y personas que sí, uno ve lo que quiere... °°° En este ficc podrán encontrar tres historias diferentes, pero que entre ellas comparten la misma temática; en este caso • FANTASMAS • °°° Títulos de la Colección: ➡️1. F...