Like, La Leyenda (Redes Sociales) |Lechu & Claumilia|

Narración

Narrador Omnisciente
Cláudio y Emilia se encontraban en la playroom platicando a solas...

–Ya no lo soporto más.. ¿Sabes?.. Ya no quiero esto... Ya.. Ya no... -dijo Cláudio en medio de un suspiro

–¿Que quieres decir? -fruncio el ceño levemente Emilia- ¿Quieres... Cortarme? -preguntó en un hilo de voz

–¡No!.. Amor, eso nunca.. -intervino rápidamente el argentino- Me refiero a esto, que lo nuestro tenga que ser un secreto... Quiero decirle a todos que estamos juntos... Quiero que le digamos juntos a todos sobre Martina, que aunque no sea hija mía, la amo muchísimo... -ella sonrió

–Amor... También yo.. Y no sabes cuanto anhelo eso.. -suspiró Emilia- Pero no es posible... Aún no...

–Entiendo... -Dijo de vuelta para luego acariciar la mejilla de la chica y suspirar.

Pocos eran los momentos en los que podían estar así... Amándose sin ocultarlo... Queriéndose sin fingir y mirarse tanto como quieran.

El argentino acaricia ambas mejillas de la misma y se acercó para darle un tierno beso, un beso que ella correspondió al instante. El beso fue lento, tierno y tranquilo... Ya hacía tiempo que no podían estar así...

En ese mismo momento la puerta se abrió tan rápido que cuando se dieron cuenta y se separaron lo más veloz posible, ya era tarde...
Una chica ingresó y se quedó viéndolos impactada.

–¿Us... Ustedes... Son...?

Ambos se miraron entre sí sin saber que hacer.

–No... Antonia... No es lo que piensas... -se defendió Emilia nerviosa

–Tony.. Enserio.. Es... Un mal entendido.... -dijo Cláudio

Antonia se quedó mirándolos en estado de shoock completo.

(...)

–Joder tía, levantate.. Anda.. -dijo la española para luego jalar a Machu quien estaba acostada en su cama

–¡No quiero! -se quejó como niña pequeña secándose las lágrimas

–Machu.. A Diosito no le gusta que estés así por alguien que no lo vale.. -dijo Romi en medio de un suspiro

–Tú ni hables monja asquerosa... ¡Tú causaste esto! -Dijo Machu con la voz rota abajo de sus mantas

–Machu, hija por favor.. No digáis esas cosas.. Romi no hizo nada. Ella no está involucrada.

–Callate lencha.. Dejenme en paz.. -sollozó

–Manu... ¿Nos puedes dejar solas?.. -habló Romina

–Como quieras.. Si te mata no es mi culpa Romi.. -habló la española para luego salir de la habitación, Romi miró a la chica quien se encontraba cubrida de pies a cabeza y se la oía sollozar cada tanto..

–Machu.. -habló Romi, esta no respondió- Ma.. ¡Machu!.. Te estoy hablando..

–Dejame... Quiero estar sola... Sola... -murmuró- Tu eres la culpable de todo, de todo..

–No.. No es así. Se que amas a Silverio, pero yo no hice nada... Enserio.. No tengo la culpa de que el sea así Machu... Y tú lo sabes. -dijo Romi para luego sentarse al lado de donde ella estaba acostada y retirar la manta de su rostro- Solo buscas a quien culpar de todo esto... -Machu la miró con los ojos rojos- Pero en el fondo sabes que nadie la tiene... -Machu sollozó- Se que quieres mucho a Silverio.. Y si.. La verdad que Silverio también me gusta, estoy enamorada de el.. Pero Machu, jamás me metería con el mientras tu estés en una relación junto a el. Y.. Con todo esto aprendí que Silverio no es alguien que merezca las lágrimas de nadie... Ni tuyas, ni mías, ni de nadie... -dijo para luego limpiarle las lágrimas que recorrían sus mejillas, Machu se sentó en la cama y la miró