Elena: ¿Qué quieres que diga? No
nos recuerdo.Damon: Yo sí, y no me importa cuánto te necesitara o cuánto estuviera sufriendo, jamás habría borrado el recuerdo de lo que tuvimos. Preferiría aferrarme a cada segundo que estuvimos juntos, cada vez que te escuché reír, cada momento de felicidad que tuvimos. Aunque me estuviera ahogando en la pena, preferiría pasar el resto de mi vida en absoluta agonía, que abandonar el recuerdo de que te quise.