Tiempo no quería contar con más nadie, y Tiempo no comprendía por qué era absolutamente infinito cuando su identidad realmente no se plasmaba en alguien.
Talvez Tiempo temía no contar con más nadie, porque tal vez Tiempo sentía que nunca iba a conseguir a alguien que eternamente lo irradie.
Tiempo temía durar más que el amor que podía dar, así que en su tiempo muerto, muerto de miedo empezó a buscar.
A tiempo le daba miedo el vacío existencial y todo aquello que no podía mirar. Pero un día contemplando el brillo celestial se fijó en Espacio.
Pensó que Espacio era lugar más bonito para viajar, y que, a pesar de su trayectoria infinitamente lineal, espacio jamás iba a dejar de estar.
Para Tiempo, Espacio era su hogar, era su lugar para pensar, para avanzar, para actuar, para soñar, para planear o quizás solo para quedarse y amar.
Ahora ya no temía al vacío, incluso le empezó a gustar, porque cuando no había nada material, Espacio estaba libre durante horas, que a él le encantaban contabilizar.
Pero espacio se había enamorado solo del presente, así que el pasado de Tiempo le empezó a incomodar, la paciencia se le empezó a agotar y la distancia entre ambos se empezó a ampliar.
Un dia Espacio le pidió tiempo a Tiempo y para ahorrar tiempo corto todo con Tiempo, aun cuando Tiempo ya se lo había dado todo.
Y aunque Tiempo ya había planeado su futuro juntos, poco a poco dejo de vivir el presente, de estar presente, de ser paciente... y rompió con los contextos.
Pero como el tiempo lo cambia todo, Tiempo cambio los minutos, cambio las horas, cambio los días, cambio los meses y años, cambio de amor, cambio de décadas y quizás hasta los recuerdos que algún día tuvo en un lugar.
Tiempo se cansó de avanzar, se cansó de dejar todo atrás, ya no deseaba ser lineal.
Tiempo otra vez temía no contar con más nadie, porque Tiempo sentía que nunca iba a conseguir a alguien que eternamente lo irradie, hasta que un día se fijó en alguien material.
Tiempo se fijó en Luz y empezó a odiar vivir en la oscuridad, a Tiempo no le importaba que la Luz ocupe un lugar en el Espacio, que sea atraída por la gravedad o que a veces sea artificial.
A Tiempo le gustaba que Luz sea completamente diferente, que ame su pasado tanto como para ayudarlo a ser relativo y que lo deje recordar o planear sin ningún motivo.
A Tiempo le gustaba la onda de Luz, la energía de luz, la rapidez de luz. Amaba ver su cantidad de movimiento cuando se trataba de un bailetón justo después de tomarse un fotón, que guarde sus recuerdos en el tiempo.
Tiempo amaba viajar iluminado y luz amaba viajar en el tiempo, juntos eran pura alegría que incluso crearon una unidad de medida, aunque se podría decir que ambos era una unidad a medida.
A tiempo le gustaba cuando hacían el amor por mucho tiempo, Luz lo hacía volar a un año luz, sin luz y sobre todo sin complejos.
Con el paso del tiempo Espacio se dio cuenta de todo lo que había perdido al perder a Tiempo y aunque no tenía tiempo reconoció que su peor decisión fue no dedicarle tiempo y desaprovechar su tiempo. Así que entre lágrimas pronunció "Ni modo es hora de vivir en otros tiempos sin Tiempo"

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Mi historia de la Relatividad
RomanceUn romance absolutamente relativo entre el Tiempo y el Espacio.