Capitulo 1

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Gabriella.

Aún recuerdo la sonrisa de Jesús al mirarme a los ojos ese día. Era una sonrisa tan sincera, de felicidad, de amor. Pero también recuerdo su mirada de odio el día que me fui de su vida, cuando Dani tuvo aquel accidente por mí culpa.

Me echó de su vida, no quiso saber nada de mí, de nosotros.

Miro a mi pequeña hija dormir y acaricio su pelo. Tiene dos años. Es igual que su padre y su tío...
Miro al otro lado de la cama y me encuentro a mi hijo, son mellizos.

Me enteré dos semanas antes de dar a luz que no iba a tener una hija, si no dos.

Él es idéntico a mí, salvo en los ojos, son los de su padre, son igual que los de Jesús.

Cuando me enteré de que estaba embarazada aún estaba con Dani, sabía perfectamente que el bebé no era suyo, siempre usamos protección, sin embargo con Jesús no. Además de eso, las fechas no me cuadraban.

He llevado un embarazo complicado y la crianza de dos hijos, sola, ha sido duro pero he conseguido sacarlos hacia delante. Nacieron prematuros, con 7 meses, mi mundo se vino abajo cuando tuve que pasar más de dos meses en el hospital con ellos por diversos problemas de su salud. Recurrí a Ann, mi mejor amiga, que cuando se enteró de que había tenido a mis mellizos se cabreó conmigo por no haberle contado todo antes, pero después me entendió y me ayudó en todo.

Conocí a William, un hombre magnífico, un hombre que supo amarme y quererme y que me ayudó con todo lo relacionado con mis hijos, hasta que empezó a maltratarme, me quise alejar de él pero no pude, hasta hoy.

Hoy, después de meses de infierno he conseguido huir de la que ha sido mi casa durante dos años, en Londres.

Estoy sentada en la cama de mí antigua habitación en el apartamento que compartía con Ann, ella nos ha acogido de nuevo.

Tengo miedo de cómo vayan a reaccionar Dani y Jesús al ver a mis mellizos, cuando vuelvan a verme a mí con estos dos bichos, Tyler y Sophia.

Me levanto y salgo de la habitación asegurándome de que no se vayan a caer de la cama. Me encuentro con Ann haciendo la comida mientras habla por teléfono con Dani.

Se han hecho muy amigos, ella mantiene el contacto con ellos aunque no les ha dicho nada de la existencia de mis hijos ni de que he vuelto.

-Sí-rie- ¿Porque no venís a cenar a casa hoy? Tengo algo que contaros-me mira y yo niego rápido- Ah genial entonces, os espero en una hora -cuelga- vienen a comer-me mira.

-No, no estoy preparada para decirles todo...-me siento y ella me mira.

-No puedes esconderlos más, es su padre y Dani es su tío, vendrán y les conocerán hoy-.

(...)

Estoy muy nerviosa, Jesús y Dani acaban de llamar a la puerta. Me acerco despacio y abro.

Están más guapos, más fuertes, se nota que han pasado dos años.

Ellos me miran con sorpresa y yo sonrio tímida.

-Gabi-susurra Dani y me abraza fuerte- ¿Donde has estado?-.

Por lo que sé Dani no me tiene nada de rencor, es más, me perdonó por todo lo que hice. Jesús, sin embargo, no me quiere para nada, me odia.

Los dos pasan y saludan a Ann.

-Yo...-les miro muy nerviosa- no he venido sola-susurro y señalo el sofá donde mis dos hijos ríen mientras juegan.

Dani me mira sorprendido y mira a su hermano. Jesús me mira y mira a los niños.

-Ellos son Tyler y Sophia, mis...nuestros hijos-susurro mirando a Jesús.

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