Cliché

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Cliché o no, lo podría ser aquella película en tu casa (o en la mía), lo podría ser tu falsa caricia que, por cierto, clama ser genuina.

Cliché la despedida con el mismo beso, la misma mirada y, sin duda alguna, el mismo sentimiento rutilante que nos invade sin dejar hueco alguno.

Cliché la fiesta, cliché el alcohol, cliché la música, los autos y la gente.

Cliché el reloj que marca las doce y tu teléfono sonando.

Cliché tú y, por suerte, yo también.

FALSA POESÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora