Todos sabían como era Monkey D. Luffy.
Un Omega sumamente fuerte, inocente y muy desinteresado. Jamás pensaban en si mismo y ponía a sus seres queridos por encima de él. No importaba si su propia felicidad se vea interrumpida.
Tal vez es por eso q...
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"Ponte tu pintura de guerra."
-The Phoenix; Fall Out Boy
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Despues de su anuncio, las llamadas de apoyo no tardaron en llegar. Muchos levantaron su voz y la bandera de los Mugiwaras.
No era sorprendente saber que Luffy tenia miles de aliados, aunque temia y sabia que no serian ni la mitad del ejercito de los marinos. Sin embargo, la gran mayoria de esos marinos eran solo carne de cañon. Esa seguramente era la unica ventaja. Bueno, el grupo de los Shichibukai fue disuelto, pero Luffy sabia que no dudarian en liberar a Doflamingo para ayudarlos.
"Malditos. Siempre fueron asi de interesados. Especialmente Im, quien es el lider." Penso con disgusto mientras bufaba y cruzaba los brazos.
Luffy pauso y suspiro preocupado mientras bajaba sus brazos a los lados.
Claro, el tenia a su favor las Armas Ancestrales, pero Luffy solo queria usarlas como ultimo recurso y tal vez...solo tal vez, para volverlo a ver.
"¡NO!" Penso de repente. "No pienses eso. No seas estupido."
Luffy se castigo por ser tan egoista al quererlo de vuelta, aunque sabia que no iba a ser para siempre. Sabia que el no se quedaria, por mas que Luffy le rogara. Y eso le iba a doler mar. El no era como el Gorosei o como Im. El no se quedaria.
Lo bueno de el Arma Ancestral Urano era que Luffy podia convocarla y usar todo su poder. Su verdadero poder. Por lo tanto, solo el podia traerlo de vuelta, pero a la misma vez, el se podia ir por su cuenta. Es por eso que la unica manera de hacer que los Cinco Ancianos e Im mueran era que ellos mismos, por voluntad propia, decidieran irse. O que fueran asesinados, algo dificil por lo poderosos que eran, despues de todo, Urano les dio su poder al darle la inmortalidad, al menos era una semi-inmortalidad.
Luffy nunca creyo en los dioses, pero cerro los ojos y junto sus manos. Orando para que esta vez, Im no gane como lo hizo hace ocho siglos, y Luffy pueda, al fin, tomar su lugar y volver el Gran Reino de Deus a su antigua gloria.
