Los Min [YOONMIN] Segunda Temporada

Capítulo 7

Jimin llego muy temprano al colegio, era su primer día y estaba realmente emocionado, inclusive despertó antes a Yuqi, Haneul y sus sobrinos para poder llevarles a sus respectivas escuelas y tener tiempo de llegar a su trabajo, aunque, a decir verdad, la escuela de sus hijos y en la que él trabajaría estaban juntas, solamente dividas por una gran muralla enrejada.

Una bienvenida calurosa por sus compañeros de trabajo le fue brindada, luego, cuando la campana sonó, él se dirigió a su respectiva aula de clase; los estudiantes, quienes vestían el uniforme con rectitud, hablaban entre ellos, claro, hasta que le vieron llegar, y todos fueron a buscar su asiento, escribió su nombre en la pizarra y se presentó ante ellos.

Todo parecía correcto y saliendo como Jimin lo había soñado, aunque, eso se destruyó cuando sus ojos hicieron contacto con otros en particular, una cabellera negra y lacia y una mirada aterradora le congelo la sangre al punto de querer doblegarlo y prácticamente ponerlo a llorar.

—¿Tu nombre? —Le pregunto a la chica, quien le mira con desdén.

—Soy Bae Eunbi—. Jimin no pudo resistirlo y sin más tomo sus cosas y salió del salón, busco su teléfono con urgencia, pues quería llamar a Yoongi, pero esto no sucedió, ya que el aparato tecnológico cayó de sus manos cuando un cuerpo choco contra el suyo.

—¡Oh!, lo lamento—. Jimin se encontró con un chico alto, su cabello alborotado y rojo como la sangre. —¿He tenido retardo? —. Le pregunta el jovencito, pero Jimin no está siquiera prestándole atención.

—No Taeyong, el maestro hasta ahora iba a tomar asistencia—. Otra voz, pero esta vez un chico de apariencia dulce aparece.

—Tu nombre—. Le pregunta Jimin a este.

—Soy el estudiante Jisung—.

—Jisung, por favor vigila a tus compañeros por unos minutos—. Jimin no espero respuesta alguna, el necesitaba huir de allí, tranquilizar sus nervios.

Se suponía que él había superado su miedo a Irene, y aquella chica ni siquiera era ella, pero el parecido, ese pequeño aire de similitud lo había alterado a tal grado de no poder siquiera mantenerse perfectamente en pie.

Huyendo a los baños, Jimin tomo nuevamente su teléfono, y ahora si podía llamar, pero ni siquiera tuvo que marcar el número de su esposo cuando este ya le estaba llamando.

—¿Estas bien? ¿cariño que tienes? —. Son las preguntas lanzadas por Yoongi una vez que Jimin ha contestado el teléfono.

—¿Irene tenía una hermana? —. Pregunta entre sollozos.

La pregunta toma un poco por sorpresa a Yoongi, quien duda un poco, pero responde al final. —Creo que sí, ¿Por qué? —.

—Está aquí, está en mi salón—.

—Tenía entendido que vivía en estados unidos—. Responde Yoongi mientras escucha lo sollozos de su esposo tras la otra línea. —Debes tranquilizarte, iré por ti apenas terminen las clases, es tu primer día, no deje que nada te lo arruine. Irene no va a lastimarnos nunca más—.

—Estoy asustado—. Confiesa el omega.

—No debes estarlo, voy a protegerte siempre—. Le dice Yoongi. —Vuelve al salón, eres fuerte, puedes soportarlo—. Le anima.

...

Luego de todo, Jimin pudo tranquilizarse, tomar un té y volver al salón, en donde actúo como si nada, mostrándose mucho más maduro de lo que de verdad era, tuvo inclusive una amena charla con sus estudiantes mientras su lección era dada, y cuando las clases terminaron, Jimin recogió sus cosas y decidió salir lo más rápido del lugar, claro su escape se vio evitado por una dulce voz.