"Eres mi estrella"
Capitulo 2:
Parte 2: Un sueño
Abri mis ojos lentamente acostumbrandolos a la luz del sol que entraba por la ventana. Me gire y no di con nada, Taemin no estaba en la cama. Me senté de golpe y vi que salia del baño envuelto en una toalla blanca, como si nada y tarareando una hermosa melodia que no lograba desifrar, me paso por el frente y me le quede viendo como si viera un fantasma.
Su cabello mojado, las gotitas de agua resbalando por su piel, su caminar pausado hacia el armario de donde saco una camisa negra con cuello de v, unos pantalones de ejercicio grises junto a unos boxers negros. Se vistio y despues de todo fue que noto que estaba despierta y mirandolo sorprendida.
-Buenos dias, mi amor.- dijo mientras se subia a la cama y se posaba sobre mi.
-¿como te sientes?- pregunte curiosa. Lo miraba a los ojos buscando una explicacion a su raro comportamiento.
-mejor que nunca.- sonrió y deposito un calido beso en mi frente.
-¿no te duele nada?- negó y sonreí. Se acostó a la par mia acariciando mi hombro con la yema de sus dedos.
-¿Quieres salir hoy?- preguntó lo cual me estuvo un poco extraño. Pense por un segundo y miré mi mano. ¡Si fue real! ¡si me propuso matrimonio!
-Llevame a donde quieras.- lo miré divertida y mordi mi labio inferior.
-Bueno, si fuera por eso ... ya estas en mi cama.- empezó a dejar cortos besos por mi hombro hasta mi cuello, me reí y me aleje un poco.
Fui al baño y me duche, cepille mis dientes y me envolvi en una toalla. Cuando sali no estaba en la habitacion. Me empecé a vestir, una camisa enorme suya. Escuché algo romperse en la cocina y sali corriendo.
-¡Taemin!- lo vi Recostado del lavabo cabizbajo -¿Que pasa? - pregunté acarcandome
-Cuidado niña. - de un tiron me subió al fregadero para que no lastimara mis pies, pero ya me habia enterrado algo.
-¿Que te pasa?- volví a preguntar algo preocupada halandolo por la camisa.
-Nada amor. Estoy bien, solo se cayó. Estoy bien.- respondió con una linda sonrisa. Suspiré aliviada y lo abrace un poco.
-No te preocupes... yo lo limpio.- negó.
-No, yo lo hare... debo... ¡Dios, estas sangrando!- tomo mi pie en manos y lo miro unos segundos. -no te muevas de aqui, ahora vuelvo.- salio corriendo hacia el cuarto y volvio con el botiquín.
-Ay,- me queje cuando empezo a sacar el pequeño pedazo de vidrio. Intente safar mi pie a cada punzada, pero lo sostenia con fuerza mientras con la pinza quitaba los vidrios. Después de limpiar un poco nos cambiabamos para salir.
-¿A donde iremos?- pregunte mirando por la ventana del auto.
-Es un secreto.- se limitó a responder.
Llegamos al parque, de la mano caminamos hasta llegar a un pequeño estanque lleno de patitos y una pata realmente hermosa.
-¡Patitos!- grito emocionado tirandose al suelo para verlos de cerca, los patitos salieron del agua y se acercaron un poco a el, subían a su espalda y luego de unos minutos volvieron al agua.
-Sabes...- empecé a hablar mientras me sentaba junto a el, -aun creo que eres inocente.- dije divertida.
Me miró curioso y me tumbo subiendose sobre mi, -¿inocente?- murmuró, y asentí.
-¿eso piensas cuando te beso? ¿cuando estamos asi?- mordio mi oreja, solte un bufido, bueno, a veces no era tan inocente, pero si era tierno.
-Bueno, si asi lo crees, puedo cambiar mi manera de pensar.- fruncio su ceño mirandome curioso.
