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Yuri estaba en su salón de clases sentada en su mesa resolviendo unos ejercicios de matemática junto a Yujin mientras Chaewon, Wonyoung y Minju estaban charlando a unos poco metros de ellas.

Yuri se sentía algo mal debido a que su amiga Yujin aún no le había dirigido la palabra a Minju, la chica que desesperadamente intentaba hablar con ella pero que sin embargo no lo lograba.

Aunque le angustiara demasiado el hecho de que no hablasen, ella está sumerja en resolver sus ejercicios, concentrándose mucho sin escuchar del todo a Yujin cuando le cuestiona algo dudosa. Acostumbra a jugar con sus labios, los abulta, muerde o remoja sin estar consciente de eso, Yujin a su lado hace lo posible por no reírse de ella mientras que Minju la mira molestamente, sin comprender él por qué a Yuri si le habla y a ella no.

Yuri estaba tan concentrada que en realidad ella no se dio cuenta del momento en el que Yena había entrado a su salón de clases, sin importarle que estuvieran algunos estudiantes más dentro. Yujin con sus chillidos de delfín causó que la niña castaña quitara toda su atención de su cuaderno para mirarla extrañada pero su expresión de rareza desaparecía al mismo tiempo que aparecía una ansiosa, dejando caer su lápiz al piso después de haberlo soltado.

Yena llegó con una gran seguridad hasta donde la niña menor se encontraba y sin demoras ella apoyó su mano en la mesa y al mismo tiempo se inclinaba hacia abajo, al rostro de una nerviosa Yuri.

Yujin con sus manos tapaba sus ojos juguetona y en sus labios apareció una enorme sonrisa, abriendo sus dedos para descubrir una parte para mirar, Chaewon agrandó sus ojos sin poder asimilarlo, Minju abrió su boca con sorpresa y Wonyoung jadeó ansiosa chocando sus manos una y otra vez orgullosa.

Sí, Yena se había inclinado y besado a Yuri en sus pequeños y lindos labios, delante de otros estudiantes más sin importarle nada mientras que Yuri simplemente recibió aquél beso como los demás anteriores, aunque se sorprendió mucho porque ni siquiera la saludó o emitió algún sonido.

Yena se alejó de ella sonriente al notar los ojitos aún cerrados de la menor y sus labios aún esperando más, Yena rió y picoteó los labios de la menor un par de veces más causando que Yuri se enrojeciera como si fuera un tomate andante, pero un lindo tomate andante.

—Buen día, mi princesa. —si Yuri estaba enrojecida, ahora parecía que iba a explotar. Yena soltó una risita divertida al notarla, adorando el gran sonrojo de la niña.—Aish, ¿por qué?.—cuestionó de repente, Yuri inclinó su cabeza confusa.

—¿E-eh...? ¿Por qué que?...—preguntó ahora ella, Yena sonrió mirando a la niña menor amorosamente, sus manos deslizándose por el cabello de la menor dulcemente.

—Por qué eres tan bonita.—dijo ella, una vez más Yuri sintió sus mejillas calentarse.—Jjoyul, justifícame el porqué. —abultó sus labios, Yuri abrió sus labios en intento de decirle algo pero simplemente no le salía después de observarla a ella y a sus labios repentinamente.

Yuri se sentía tan feliz pero al mismo tiempo sentía bastante confusión.

—Yuri, sigo esperando a que me lo digas.—la insistente voz de la mayor logró poner nerviosa a la niña, alzando su cabeza para poder mirar correctamente a Yena.

Madre santa...

Yuri tímidamente negó con su cabeza tímida.—N-no... No lo sé unnie...

We together ੈ ♡‧₊ yena + yuri + iz*one Donde viven las historias. Descúbrelo ahora