El Regreso Uzumaki

CAPITULO V

Tsunade suspiro contenta mientras pasaba un delicada dedo por la débil cicatriz del pecho desnudo de su marido, bañándose en el brillo de su amor mientras escuchaba los sonidos superficiales de su respiración.

"Ramen" Tsunade escucho a Naruto murmurar en el sueño, haciéndola reír mientras se preguntaba si eso era una línea de sangre del clan Uzumaki, un amor antinatural por el ramen y lo había visto con los Uzumaki que ella a conocido, su baachan mito su esposo Naruto sus dos hijos y ahora sí nieta.

Pensar en la pequeña Uzumaki le saco un sonrisa por la últimas dos semanas que compartieron Naruto y ella con su hija y nieta.
Al principio ella se había sentido tenía que Toka preguntaría por qué ella y Naruto estuvieron ausentes durante sus once años de vida, pero la joven no había preguntado ella acababa de aceptar a los dos y feliz de ver a su madre tan feliz al lado de ojiisan que la trataba como una niña pequeña y a su madre le encantaba según ella quería pasar todo lo posible con su otousan así que ella y su baachan se les unieron y disfrutaron de los días, Naruto también conoció a Minato y quedó satisfecho con el hombre que se casó su hija y en las dos semanas los cinco se habían unido.

Con cuidado de no despertar a Naruto la mujer rubia se levantó y salió de la habitación tan silenciosamente posible, agarrando su bata de seda y cerro la puerta detrás de ella, Tsunade se detuvo en el pasillo para disfrutar la calma de la noche antes de dirigirse a la habitación de su hija sabiendo que ella estaba durmiendo con su nieta.

Parada afuera de la habitación la mujer rubia sabía por experiencia propia que su hija y nieta dormían como peso muerto, abriendo la puerta entrenado a la habitación sin hacer el ruido necesario sonrío al escuchar la respiración uniforme de su querida nieta al lado izquierdo de la habitación grande, se dirigió para verlas más de cerca y se paro frente a las dos que dormían sin ningún cuidado en el mundo.

"Sabes que ella te babea" susurro una voz juguetona en la oreja de Tsunade, que la hizo saltar de sorpresa antes de relajarse al sentir unos brazos fuertes y familiares que la abrazaban por la cintura reconociendolos al instante.

"Ella no lo hace" Tsunade negó en susurro, dandole un codazo al hombre guapo, ganándose una mirada divertida de naruto, quien decidió abandonar el tema.

"Sabes estoy orgulloso de ti por criar a nuestros hijos de la forma en que lo hiciste" Naruto le dijo a Tsunade y le dió una sonrisa triste. "También me maldigo por no haber estado para ti en el parto agarrando tu mano, por no estar en sus primeras, en sus primeros pasos, aconsejarlos adiestrarlos darles el amor de padre que se merecían" Naruto iba a seguir pero fue cortado por un beso de Tsunade quien lo miro con tristeza dandole otro beso Tsunade se aparto de Naruto y lo miro a los ojos.

" No te la metes si no fuera por ti, ellos y yo no hubieramos podido salir vivos de ese lugar, ahora que estás aquí recupera el tiempo con nuestra hija"

Naruto asintió y se arrodilló quedando cara a cara con el rostro de kushina, cogiendo un poco de su suave cabello rojo acomodadolo detrás de su oreja. "También estoy orgulloso de ti sabiendo en la mujer que te convertiste, se que no puedo compensar los años ausente pero seré el mejor padre que pueda para ti, te amo Kushina-chan" Naruto susurro en el oído de Kushina quien sonrío de lado cosa que no noto Naruto ni Tsunade, dandole el beso a su hija y nieta ambos salieron si escuchar el susurro de Kushina "también te amo otousan".

Salto de tiempo: compuesto uchiha

"Mañanas Sasuke-chan, Fugaku" Mikoto saludo entre dientes dejando dos planos en la mesa para su hijo y esposo.

"Sasuke" dijo Fugaku ignorando a Mikoto y llamando la atención de si hijo. "Hay una chica llamada Toka Uzumaki en tu clase, necesito que se hagan amigos". Fugaku ordenó sabiendo el poder que tenía la niña, ella encajaría perfectamente en sus planes, ya que su posición en el pueblo cambiaría con el regreso de sus abuelos, sobre todo de Naruto de quienes escucho historias y rumores de los Shinobis que tuvieron el placer de combatir a su lado incluso su propio padre no podía negar y envidiar su talento.