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JAMES HAMMER 6:59 am


Steve está detrás de mi, y me guía por la sala de conferencias que esta abarrotada de periodistas me siento en la silla central dispongo de mis principales accionistas en en público de la primera fila y a mi lado están tanto Steve como David con caras de las que se les nota les gustaría estar en cualquier otro lugar, es bueno verlos hasta el final a mi lado, por algún motivo estoy tan triste que el solo comenzar con este acto me quito los lentes de sol.

Ahí es cuando David se acerca al podio y dice su discurso:

—A continuación el presidente de empresas A&H Jammes Hammer dará algunas declaraciones, pero primero recibirá sus cuestiones, por favor una pregunta a la vez.

Me paro y veo a mi alrededor no conozco a nadie de los periódicos pero solo quiero salir de aquí, decir lo que debo e irme.

Cuando ya estoy en podio y David toma asiento y yo señalo a alguien de la segunda fila con la mano arriba.

—Señor Hammer, aquí revista Forbs, ¿Con que motivo cito esta conferencia de prensa?

Me acerco al micrófono y lo digo: —Convoqué con el propósito de dar a conocer planes futuros de la empresa.

La multitud se susurra por completo, unos cuantos teclean en sus computadoras mientras otros llaman y graban mis palabras con teléfonos o grabadoras.

Cuando le doy la palabra a un periodista diferente:

—Señor Hammer ¿es cierto que lo investiga el FBI?

A lo que respondo firme:

—Actualmente se dio a conocer un operativo del que fui incluido, no estoy siendo investigado y el tema de drogas involucrado nunca fue cierto la policía no está tras de mí.

—El uso de farmacéuticos fue mencionado recientemente lo puede desmentir ahora? Pregunta otro.

—Solo habia un camino y ese era contar la realidad ningún fármaco fue usado o investigado simplemente no lo habia.

—Aquí revista Fortune señor Hammer, ¿es cierto que planea dejar A&H?

Por algún motivo veo la hora 7:17 am.


Me acerco al micrófono y las palabras en mi mente "Hoy es el día de mi renuncia, cuando alguien grita.


—¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!!


Levanto la mirada por el grito y descubro a Elizabeth corriendo entre los periodistas para llegar al podio creo que alucino por que la veo dezcalza y corriendo abriéndose paso, tiene las mejillas rojas de correr y justo atrás veo a Elice y a un señor en sus cuarentas con maletín de cuero bajo el brazo, al cual creo que conozco vagamente, ella sube al podio y mi seguridad se opone, pero por alguna razón David la deja pasar, queda frente a mí y se inclina al micrófono y dice:

—¡Eso no va... recupera el aliento —a ser posible!

ESE DEMONIO ES MI...NOVIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora