Hombre Sexy Y Prohibido - en pausa -

Capitulo 21: Adrenalina

Como lo había dicho el director la siguiente clase dieron la información. Exponían los distintos tipos de abusos, tema del que siempre nos hablan para evitar eso en el colegio, el Bull ying, el maltrato intrafamiliar, el abuso sexual... mientras las palabras pasaban recordaba todo lo ocurrido con Matthew, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y me hizo estremecer, esto era incorrecto y las consecuencias eran muy negativas. En las siguientes clases mi mayor distracción era mi lápiz con el que dibujaba garabatos en la parte de atrás de mi cuaderno, cuando estoy aburrida generalmente hago eso y así es como todos mis pensamientos se cristalizan en una hoja de papel que simplemente arrugo y boto al final. Había decidido grabar la clase con el celular que estaba escondido en mi maleta porque no tenía muchos ánimos de poner atención y tampoco quería perderme nada. Acabaron las clases y la jornada termino. Estaba deseosa de llegar a casa, estaba agotada porque no había dormido bien últimamente. En la ruta me quede dormida todo el camino, las compañeras me despertaron unos minutos antes para no llegar con cara de zombi a la casa y me encontré con que Derek estaba dormido en mis piernas, se veía muy tierno, no le había prestado atención últimamente pareciera que no fuera mi novio, tendré que dedicarme más a él, además no se merece todo lo que he hecho, de todas formas tendré que recompensárselo de alguna manera. Trate de removerme pero no se despertaba, tenía que despertarlo rápido, ya iba a llegar y tenía una cita con mi cama. Derek duerme como piedra, me agache para recoger mi maleta y de un frenazo del carro lo bese, se despertó (por fin) y me miro con picardía. 

-Adiós- dije bajando de la ruta

-Adiós mi “príncipe azul” – dijo Derek de una forma muy extraña que me causo risa. Oh él es mi bella durmiente, debería ser al revés.

Entre a mi casa dispuesta a tirarme a la cama a dormir, pero debía hacer algo antes.

-Papá ¿dónde estás? 

-Aquí en la cocina- me dirigí a ese lugar

- Papá, quería pedirte perdón por mi comportamiento de gritarte y todo eso, estuvo mal y me comporte de una manera de la que no te mereces ser tratado porque yo te quiero mucho y sé que siempre quieres lo mejor para mí.

-Yo soy el que debería disculparse porque no me tuve que haber enojado contigo por perder materias, sé que todo el mundo tiene sus fallas. Y respecto a que paso mucho tiempo en el trabajo siento que tienes razón, ahora que ya no está tu madre no siento acogedor el hogar y sé que no debería decir eso porque los tengo a ti y a tu hermano que siempre me han ayudado cuando lo necesito.

-Gracias- me abalance a sus brazos como si fuera una niña pequeña y lo abrace con todas mis fuerzas- hablando de biología, no la perdí, hable con el profesor y fue todo un error de la computadora o yo no sé

-Me alegra escucharlo

Me dirigí hacia a mi habitación para por fin caer como roca en la cama y no despertar hasta mañana pero un asunto había estado rondando mi cabeza desde el campamento. “no vallas” “pero quiero saber que paso” “es mejor descansar” “te voy a hacer caso esta vez pero la próxima vez voy a preguntar sin interrupción” “está bien”. Pero por mala suerte de mi conciencia no pude evitar la tentación de preguntar, mi curiosidad fue más fuerte.

-Logan- grité – Donde estas

-En tu habitación

-¿Qué haces allá?, está bien, yo voy – fui donde mi hermano lo más rápido que pude hacerlo con mis piernas flaqueando del cansancio – Quería preguntarte que paso con papa el día del campamento

- ah ¿para eso tanto alboroto? - dijo riendo - lo que le dije fue que yo te había visto trabajar muy bien en el colegio como para poder perder alguna materia, no sabes cuánto me toco repetírselo para que lo entendiera, ese día estaba muy abrumado.