Capítulo III: Alfombras e investigaciones

72 5 3
                                    

Ciel POV:

Después de que rápidamente Sebastian alistara el carruaje, procedí a subirme a este.

De verdad no quería ver a ese tipo, pero era el único que podía proporcionarme información sobre las familias  y niñas desaparecidas, tenia que terminar este caso lo más rápido posible y volver al trabajo. A veces la reina me saca de quicio, siempre que tengo un montón de trabajo, ¡BUM!, aparece ella a estropearme todo.

Una mueca de disgusto se formo en mi rostro haciendo que llamara la atención de Sebastian.

-¿Pasa algo joven amo?- me miro con… ¿preocupación? Así sería la cara que puse que me miro de tal manera.

-No, no pasa nada- respondí restándole importancia.

Toque el bolsillo de mi pantalón, antes de irme decidí llevar mi arma por si acaso pasaba algo, se que tenia a Sebastian para protegerme pero, a pesar de sonar raro, me gustaba esa pistola; Sebastian me enseño a usarla hace tiempo y nunca tuve la oportunidad de usarla y pues… La traje hoy como dije antes por si acaso. Por alguna razón tenia un mal presentimiento.

-  Joven amo, hemos llegado.- La voz de Sebastian me saco de mis pensamientos. Salí de el carruaje para encontrarme con ese estúpido letrero que decía “Undertaker”, de verdad que odiaba a ese tipo, pero desgraciadamente el me ayuda en todas mis investigaciones, ha sido tan eficiente que siempre venimos a verlo.

Me aproxime hacia la puerta para abrirla pero Sebastian me interrumpió para hacerlo él, cuando la abrió entramos despacio ya que estaba todo oscuro. Era el típico ambiente tétrico de siempre.

De repente de la nada una calavera rodo por el suelo chocando con otras más que estaban posicionadas detrás de mí, haciendo que perdiera el equilibrio y que casi cayera al suelo, provocando la casi inaudible y diminuta risa de Sebastian.

-  ¡Undertaker!- pronuncie y en ese momento unas velas se encendieron dejando ver a ese tipo con cabello plateado y largo recostado en su mesa de “trabajo”.

-  ¡Oh conde!, bienvenido sea a mis aposentos~ - dijo Undertaker finalizando con su irritable risa de siempre.

- Como sea. Undertaker necesito que me brindes información- dije serio quería salir rápido de esto.

- ¿Se puede saber que clase de información?- contesto con voz cantarina.

- Necesito que me digas si haz escuchado sobre esa tal tienda de muñecas llamada “the hollow” y también si haz tratado con niños estos últimos meses.

- Hmmm ya veo… Pero debe recordar el precio para obtener esa información~ jijiji~

- Si ya lo se “una gran sonrisa”- dije sarcásticamente- Sebastian ya sabes que hacer.

- Yes my lord- dijo mi mayordomo, al escuchar eso decidí salir y seguir con la costumbre.

Ya afuera me recosté sobre la pared de el “negocio” de Undertaker. Suspire, estos días han sido demasiado rutinarios. Mire hacia un callejón y logre divisar una sombra, creo que era femenina...

Me acerque a ella solo para notar que me estaba mirando fijamente con una sonrisa en su cara. Decidí sacar mi arma, supongo que este era mi mal presentimiento.

Ella se acercó a mí y pude notar que tenia algo en las manos, era una oz.

Apunte hacia ella, no se porque pero sabia que era una amenaza su cara me lo decía.

- ¿Quien eres?- le pregunte a lo cual ella solo soltó una carcajada mostrando sus filosos dientes y me miro directamente a los ojos.

- ¡Wow! No puedo creer que papa haya traído visitas~ - dijo ella con casi el mismo tono burlón que usaba  Undertaker.

Underworld (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora