Tic

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  Subió lentamente las escaleras hasta dar con el cuarto de baño abriendo la puerta adentrándose abriendo el primer cajón del lavadero para sacar una toalla de gran tamaño, salió del cuarto y bajó hasta la primera planta, abriendo la puerta nuevamente. Se topó con que el chico estaba a unos escalones de salir de la propiedad, lanzó la toalla a su cabeza y dejó la puerta abierta como señal de que podía entrar.

  El chico rápidamente entró y quitó su chaqueta, la colgó en el perchero. Inmediatamente retiró su camisa blanca y la exprimió con rudeza en el piso del porche, la colocó sobre su hombro. Tomó la toalla que había puesto sobre la mesa y secó lo que pudo de su cuerpo, terminando de secar su abdomen plano.

  En todo éste tiempo el dueño de la casa había analizado sus acciones teniendo siempre una cara inexpresiva que no dejaba ver ningún pensamiento.

  El chico se acercó hasta él e hizo reparo en otra reverencia.

  –Mi nombre es Kim SeokJin, un gusto –levantó su mano de forma en que el más joven pudiera saludarlo.

  –Puede retirar su mano, no pienso tener de ninguna manera contacto con usted. Soy Min YoonGi, no me agrada su insípida presencia, pero me considero una persona amable con la gente como usted –se levantó para ir hasta el otro sillón más alejado de ese extraño.

  –Bien –el chico sonrió para después doblar la toalla y sentarse en un extremo del sofá.

  –No quiero arruinar su molesta felicidad, Kim, pero levántese de mi sillón y dese un baño, apesta y no me agrada el hecho de que sus pantalones vayan a mojar el mueble –dijo de la manera más fría posible, sin siquiera mirarlo, con sus ojos perdidos en algún punto del techo–. Sus modales son desagradables.

  El chico tomó su camisa y se encaminó hacia las escaleras.

  –¿Lo son? Gracias, en todo caso.

  Min sonrió con cinismo.

  –No vayas a tocar nada.

  La puerta del baño estaba abierta así que no fue difícil encontrarlo.

  Claro que no tocaría nada, ese joven amargado tenía cara de ser desconocedor de emociones o siquiera sentimientos. Sí, a él también le desagradaba. Entró finalmente a la bañera.

  El sonido de la puerta siendo abierta hizo eco en la casa y él se tensó. Los tacones resonaron en el suelo de madera junto con otros pares de pies.

  –¿Amor?

  –Preciosa –sonrió y se levantó para hacer una reverencia–, niños –se hincó para estar a su altura y besar su frentes a modo de saludo.

  –¿Quién está en la ducha?

««-»»

Los capítulos no están en orden, es importante que no se salten ningún capítulo. Leanlo todo en la forma en que es subido a wattpad xd. Cuando lo terminen pueden re’ leerlo en el orden que creen que es correcto.

Bais.


Brooklyn.

No One Like You ↑JinSu↓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora