Love letter || Changlix

9

Felix se quedó sin palabras cuando leyó la última nota.

Hyunjin...

Todo tenía sentido, era evidente, ¿cómo pudo llegar a pensar que alguien como él podría ser el crush de alguien? Lo peor de todo es que por fin había descubierto de quien se trataba el remitente de todas las notas.

Seo Changbin, el chico por el que había estado colado desde el instante en que lo vio en el instituto.

Todos los hechos que le había dicho encajaban con el perfil de Changbin. Él era repetidor e iba a la clase de Jisung quien formaba parte de su grupo de amigos, era mayor que él por un año, por lo que había oído en clase se dedicaba a escribir letras y el que quiera mantener su reputación tiene sentido ya que Changbin tiene mala fama de ser un emo dark con aires de suicida. Y por si fuera poco los acontecimientos recientes y la última nota solo habían avivado el que el admirador fuera Changbin.

Chan era de habla inglesa materna y formaba parte del grupo de amigos de Changbin, y Jeongin que era el mediador entre las notas también estaba dentro de ese grupo de amigos.

Felix oprimió la nota entre su pecho y una fina lágrima resbaló por su mejilla. Quería odiar a Hyunjin pero no podía, él no tenía la culpa. No era culpa suya ser tan perfecto, no había persona en la faz de la tierra que no lo quiera o lo haya querido almenos una vez.

Ese día no se encontraba de humor para escribir una respuesta, si lo hiciera posiblemente todos los sentimientos saldrían de él y acabaría escribiendo alguna cursilada y estupideces.

Al día siguiente Changbin se sintió devastado cuando su amigo llegó con las manos vacías, sin ninguna nota que hacerle llegar. Le preguntó un millón de veces si había revisado bien.

―Capaz y se te ha atascado en algún libro ―divagaba sin parar Changbin.

― ¡Ya, cállate! He mirado y revisado, no, hoy no hay nota. Para de una maldita vez ―exclamó hartado Jeongin.

Por la cabeza de Seo pasaron pensamientos muy negativos acerca del porqué Hyunjin no le había escrito una nota, por ejemplo que se había hartado de él y que en cualquier momento expondría esas notas como un trofeo más de ligue. De eso llegó a la conclusión que era fácil averiguar su identidad a través de las pistas que le había dejado, no tendría que haber sido tan evidente. Y ayer casi se descubría ante Felix.

De camino a clase se cruzó con ese australiano y vio en él la oportunidad de saber que le ocurría a Hyunjin, a lo mejor hoy no había venido a clase y por eso no había dejado nota.

―Felix ―llamó y el aludido se giró. Traía consigo una aura de negatividad, cosa rara en él ya que era como el solecito del curso.

― ¿Qué? ―preguntó seco, sin muchas ganas de hablar con él.

―Eh... Sabes... ¿Sabes si Hyunjin ha venido? ―preguntó un poco miedoso Changbin de esa nueva faceta de Felix.

―No lo sé, ni me importa. Ahora si me permites ―dijo y luego pasó por su lado desapareciendo dentro de la clase.

Felix escondió su rostro entre las mangas de su grande sudadera. Era de las pocas veces que Changbin le había hablado, y tenía que see justo en estos momentos y preguntando justo por Hyunjin. Ese día no podía empezar peor para ambos chicos.

(...)

Pasaron como 7 días desde la última nota y Changbin ya había dado por perdido el tema. No sé veía con valentía suficiente para ir a preguntarle directamente a Hyunjin si le ocurría algo, en su lugar se había acostumbrado a preguntarle a Felix sobre él.

Felix odiaba tener que hablar o contestar a Changbin de cosas sobre Hyunjin. Pero nadie podía saber que pasaba realmente, se acostumbró a actuar como lo hacía normalmente. Se había propuesto olvidar a Changbin pero le era imposible, no podía y aún menos cuando era él el que lo buscaba para hablar aunque fuera sobre otra persona.

Cada vez que Changbin venía a preguntarle sobre Hyunjin se veía más decaído que el día anterior y eso le rompía el corazón al australiano. No quería ver a Changbin triste, y menos cuando él podía hacer algo.

Estuvo pensándolo durante mucho rato, cuestionándose si sería correcto seguir engañándolo si eso suponía su felicidad. Después de meditarlo lo decidió. Seguiría el juego de las notas, él se haría pasar por Hyunjin pero lo que saldría de su puño y letra serían las verdades de su vida. Lo haría, si eso implicaba que Changbin volviera a su pequeña felicidad.

En su cuarto la noche del noveno día desde la última nota cogió papel y lápiz y empezó a escribir.