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Invita esta danza al lento discurso, cadente sonata convoca deseos que narran historias que leen los cuerpos. Invita y sugiere, cordial mensajera al paso primero, al paso dispuesto de fría elegancia que sirve al efecto y anuncia dos almas.
Compás atrayente delinea el camino de manos que encuentran un mismo destino, y transitan las rutas de oscura materia, de tersas texturas ya en gotas disuelta. Las manos dialogan, dialectos primeros que en tacto pronuncian las letras que inician, la danza avecina el contacto que ordena las rutas del cuerpo así se revelan, tu espalda en mi mano así se presentan y crean con tino el nuevo sentido que extiende los toques, que asigna misiones de pulcro contacto de ardiente sigilo. Comienza en la base de los caminantes que en rígido orden deambulan la seda, preciada textura hendida en secretos de un arte celado por mil dinastías que expuesto asi al yugo del mundo ordinario estoico reserva el cuerpo sagrado, al digno heredero de rojo impregnado.
El centro descansa en regazo de instancias que atentas provocan la tierra anfitriona, a tono en compases la danza atribuye osada hidalguía de los caminantes que así retroceden, y así se retiran. La espalda a medias recuerda las huellas, recuerda el camino y ansía venturas; son cinco los pasos, son cinco los saltos que elevan columnas.
La orquesta suspende toda sinfonía, el salón de convite su ritmo congela y ahora se aprecia la imagen danzante de cuerpos en pose que yacen sin vida; mi mano acontece en osada conquista de un continente que late en caricias y apenas resuelve calor del impacto de los caminantes que pintan rubores que añoran la brisa de labios paganos en épica lucha y animan latidos, la sangre recorre, su rastro diviso, tu boca en mis labios es presa espontánea que agita así el aire de ciega prudencia, que agita así el aire de un nuevo destello que incendia la escena que vuelve a la vida.
La danza concluye, el sudor nos recorre y los labios marcados que narran historias a cuerpos que leen, a cuerpos de carne, que en tramas disfrutan de ciclos perfectos, de ciclos paganos que en danza reanudan, que en danza sugieren y anuncian dos almas.
