Capítulo 3: Demasiado tarde para ver algo más.

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-¿Llevas mucho ahí? –Dije ruborizada.

-Digamos que demasiado tarde para ver algo más. –Dijo haciendo un puchero.-

No sabia que decir, estaba roja, lo notaba, él lo noto y soltó una risa. Pase por su lado para bajar a la cocina. Sabía que me seguía. Notaba su presencia acechando detrás de mí. Cuando llegue a la cocina me preparé café para despejarme. Él me observaba mientras me bebía mi bebida caliente de un trago.

-¿Qué quieres hacer? –Le pregunte mientras dejaba el baso en el fregadero.

-Dormir.

-Si quieres puedes dormir en el sofá. –Sugerí mientras iba al salón para apartarle los cojines.-

-Tenía pensado dormir contigo. –Dijo acercándose a mí.

Asentí con la cabeza y subí la escalera un tanto nerviosa. Aparte las sabanas y me tumbe lentamente, se quito la ropa hasta quedarse en calzoncillos y se tumbo. Me gire dándole la espalda y el me paso su brazo por mi cadera y me apego a él.

-Buenas noches Samy. –Susurro en mi oído.-

-Buenas noches Damon. –Dije mientras sentía que me daba un pequeño beso en el cuello.

A la mañana siguiente no había quien me levantara. Me dolía la cabeza a rabiar necesitaba tomarme algo. Me gire y le vi dormido, con una sonrisa en sus labios.  Aun recuerdo el beso que me dio en la pista improvisada de baile. Sonreí y me acerque a él para darle un pequeño beso en la mejilla.

-Buenos días Samy. –Dijo mientras me miraba dulcemente.-

-Oh, estabas despierto. –Dije ruborizada.-

-Antes de que despertaras. ¿Sabias que eres preciosa mientras duermes?

-No puedo saberlo ya que no me veo. –Reí-

-Pues te lo digo yo.

Aparto un mechón de pelo de mi cara y me planto un pequeño beso en los labios. Este hombre era increíble. Sonreí y me levante. Me dirigí a la cocina para hacer tortitas y zumo de naranja. Mientras cocinaba notaba su mirada sobre mí. Eso me ponía un tanto nerviosa, pero decidí no echarle importancia. Serví 4 tortitas para cada uno y deje las demás en otro plato.

-¿Quieres azúcar para tu zumo? –Pregunte mientras yo me echaba en el mío.-

- No, gracias

Cuando me acabe mi desayuno fregué mi plato y baso. Deje a Damon acabar de desayunar mientras me iba al baño a lavarme los dientes. Cuando acabe, cogí una toalla para ducharme. Encendí el grifo mientras me desnudaba, cuando el agua ya estaba templada me metí dentro de la ducha. Mientras me enjabonaba la puerta se abrió. Me desice del jabon de mi cuerpo y me enrolle en una toalla.

-¿No ves que me estoy duchando? –Dije mientras abría la mampara de la ducha.-

-Buenos días a ti también Sam –Dijo Jeremy con una sonrisa.-

-Oh, eras tú. Buenos días. –Dije sonrijada.-

-¿Quien creías que era? –Pregunto sin quitarme la mirada de encima.-

-Oh, hm… Elena. –Dije mientras pensaba que excusa poner a sus siguientes preguntas.-

-Hm, claro. –Dijo con una pequeña sonrisa maliciosa.-

-Voy a vestirme. –Dije saliendo del baño.-

-Claro.- Dijo con un tono irónico.-

Me puse mi conjunto preferido que consistia en: Una camiseta blanca, algo ancha, de Green Day, unos pantalones azules de tallo alto, con la camiseta remetida por dentro, y unas vans negras. Deje mi pelo mojado suelto y baje a la cocina. No había nadie. ¿Dónde demonios se había metido Damon? Cuando me di cuenta, en la encimera había una nota que decía:

My new life in Mystic FallsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora