— Hola, ¿que haces aquí? — fue lo primero que se me ocurrió decir
— Escuche gritos, y decidí venir a ver si pasaba algo — dijo serio
— Mis padres discutieron y mi madre esta golpeada. Yo... no se que hacer — casi se me escapa un sollozo
— Tengo auto, las puedo alcanzar a un hospital para que revisen a tu madre, si quieres...
— Eso estaría bien, gracias. — digo e inmediatamente me doy la vuelta para buscarla, dejándolo a él parado en la puerta
— ¿Quién era Olivia? — me pregunta mi madre
— Ven, vamos a llevarte a un hospital.
— No, no es necesario hija. Estoy bien.
— Ma, solo es para que te revisen. Tienes la cara morada y se te va a hinchar. Seguro te darán unas pastillas para aliviar el dolor, nada más.
— ¿Y quién nos va a llevar si ninguna de las dos sabe manejar? — me dice tratando de buscar excusas para no ir
— Un chico que escucho los gritos y vino para ver si pasaba algo.
— Bueno, vamos. Pero que sea rápido por favor.
En estos momentos parece que yo fuera la madre que le insiste para que vaya al medico, y ella la hija que no quiere ir.
Se levanta con cuidado y salimos afuera.
Él ya estaba adentro del auto, esperándonos.
Nos subimos en los asientos traseros y empieza a manejar.
Yo no podía creer que estaba adentro de su auto. Tenia muchas emociones en este momento. Primero, las discusiones de mis padres, mi mamá golpeada. Algo que nunca había pasado, o al menos hasta donde yo se.
Y por otro lado, este chico, que ni siquiera sabia su nombre. Ya que el director no se molesto en presentarlo. Este chico que observaba a las mañanas, y me atraía mucho físicamente. Pero no estaba enamorada, ni me gustaba porque aun no lo conocía.
Me gustaría saber si se acordara de mi, si se acuerda de que me vio en la clase.
Mis pensamientos son interrumpidos cuando él habla.
— ¿Como te llamas? — me pregunta sin mirarme a los ojos
— Olivia, ¿y tú?
— Jackson — me gustaba su nombre, me hacia acordar al personaje de una serie que veía.
— Te me haces familiar, ¿te he visto en otro lado? — me pregunta
— Si, en el instituto. Te presentaron hoy en mi clase.
— Ah, así que seremos compañeros. — me mira por el espejo retrovisor del auto y me sonríe, por primera vez.
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Bueno, este fue el capítulo 3. Espero que les haya gustado.
Por favor voten si les gusto, eso es lo que me motiva a seguir la historia.
Y pueden comentar y dejarme sus opiniones para mejorar.
Gracias por leer, saludos a todosss
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Enamorada en la secundaria
Teen FictionNunca pensé que con dieciséis años podría sentir tantas cosas...