Esa mitad y yo

20 3 0
                                    

Tengo una gemela. Una gemela que no sabía existía. Ayer llamaron a mamá, era noche y no había estrellas en el cielo, la vi llorar al teléfono, llorar gritando un nombre que me parecía conocido, un nombre que estaba en alguna parte de mi memoria, alguien había fallecido.

Según entendí una vez que mamá durmió gracias a los sedantes que papá le administró, papá es médico. Teníamos que viajar cientos de kilómetros para llegar a ver los restos de esa persona. Papá iba a conducir, en casa no cruzamos palabras todo se hizo de manera solemne y silenciosa. Viajamos esa mañana.

Se hizo de noche muy pronto, sentía algo en mi a medida que nos acercábamos a nuestro destino, algo dentro de mí tiraba con fuerza, era pesado como piedra en mi pecho, era dolorosamente frío, mi alma, mi espíritu, todo mi ser se estremecía. Había algo en ese lugar que estaba conectado conmigo.

Cuando llegamos al amanecer del día siguiente, mi madre se echó a llorar en brazos de una extraña señora, mi padre desapareció.

Era una casa grande y vieja, de madera sólida, con amplios ventanales y grandes jardines. En el alféizar de una ventana se veía la silueta de un hombre. Cuando entramos sus tristes ojos azules vieron los míos y su cara se descompuso. Al verme parecía atormentado y algo dentro de mi espíritu se retorció.

《Mi pobre otra mitad》

¿Por qué esas palabras se repiten en mi mente? Me detuve frente al espejo. Mi corazón no dejaba de latir, ¡Era yo pero a la vez no! Yo nunca hice ese tipo de expresiones, nunca he tenido una mirada atormentada y maliciosa, yo no tengo una cicatriz en el pómulo izquierdo. Esa no soy yo.

Caminé rápidamente, estoy asustada, todos me ven extraño, giré el pomo de una puerta y entré en una habitación, al final de la habitación estaba un ataúd. Las muchas flores que los rodeaban demostraban que fue alguien muy querido, los llantos de las personas a lo lejos decían cuanto lo amaron, era afortunado; querido, amado, palabras que nunca encajarían conmigo.

《Mi pobre otra mitad》

El ataúd abierto me invitó a ver a mi carismático pariente, a medida que caminaba se me desgarraba el alma, mi espíritu quería salir de mi cuerpo. Esa voz en mi cabeza decía lo mismo una y otra vez. Entonces lo vi... a mi pariente, era una chica, una pobre chica de dieciséis años, una chica de corto cabello negro de tez pálida con una cicatriz en su pómulo izquierdo.

Empecé a reír como loca, tanto que la gente que iba a entrar salió corriendo del susto.

《Mi pobre otra mitad》

Esa chica era idéntica a mí.

Esa chica era yo.

Mi pobre otra mitad, mi pobre espíritu atormentado, el reflejo en el espejo era mi alma desnuda, sin ningún maldito cuerpo que estorbe, el hombre de la ventana era mi hermano, quien abusó de mí todo el tiempo.

《Mi pobre otra mitad》

Mi sucio, ultrajado y mancillado cuerpo, yacía en esa horrenda habitación llena de hipócritas que conocían la verdad. Los padres que me abandonaron, los parientes que me maltrataron, el hermano que me abusó... Esa otra mitad debe morir, así no habrá evidencias ni rastros de esta lamentablemente vida.

《Mi pobre otra mitad》

Ya no pueden hacerme daño, quiero pedirte perdón, mi pobre otra mitad, pero mi espíritu libre no puede estar en tu maltrecho cuerpo, discúlpame por hacerte tomar el frasco contra tu voluntad, pero yo debo ser libre.

Adiós, mi pobre otra mitad.

Gracias a todos por la lectura! Es una historia de un solo capitulo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Gracias a todos por la lectura! Es una historia de un solo capitulo. Nos leemos en otra ocación.

Mi pobre otra mitadWhere stories live. Discover now