Capitulo único.

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Dean no sabía cómo había pasado, solo sabía que lo había jodido todo. Lo supo justo en el momento que miro como se extinguía el brillo de los ojos de Castiel al verlo a él junto a esa chica en su cama. Dios, Dean ni siquiera recordaba el nombre de ella, pero una noche antes, estando ebrio y sintiéndose solo por la ausencia de Castiel, él no pudo ni recordar que Castiel solo había ido por un par de semanas lejos de la ciudad para cuidar a su hermano, no porque lo estuviera abandonando. Pero el alcohol no era el mejor consejero. No para Dean Winchester.

Y ahora estaba ahí, corriendo tras el amor de su vida mientras trataba de subir de forma correcta sus pantalones, pero fue en vano, Castiel ya había subido a su auto cuando Dean logro salir de su casa.

Dean trato por semanas en comunicarse con Castiel, lo busco sin descanso en toda la cuidad, día y noche. Todo fue en vano, Castiel había abandonado su empleo y nadie sabía a donde se había ido. Charlie lo ayudo durante esas semanas, pero por más que ella trato saber que ocurría entre sus dos amigos y porque se habían separado, Dean se negaba rotundamente a hablarlo. Él se sentía avergonzado, se sentía como él peor de los hombres, pero por el momento no podía hacer más que buscar al hombre que amaba, al mismo al que le había roto el corazón.

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Castiel había vuelto con su hermano al día siguiente de lo ocurrido, hablo con Gabriel y le pidió que negara saber de él si Dean llamaba. Su hermano lo entendió. Esa noche bebieron juntos hasta el amanecer, Gabriel tuvo que colgar muchas llamadas de Dean mientras veía a su hermano siendo un ovillo en el suelo, aferrándose a su botella de whisky mientras lloraba el nombre de su amado. Mientras lloraba por su corazón roto. Mientras lloraba por la traición.

Se fue dos días después, le prometió a Gabriel llamar al menos cada tercer día para asegurarle que estaba bien. Mintió.

Esa primera noche con su hermano fue suficiente para que Castiel entendiera lo perfecto que era el whisky para anestesiar su dolor. Eso le gusto.

Castiel perdió el pasar de los días y de las botellas de alcohol, vivió de bar en bar, bebió hasta perder el conocimiento, bebió hasta que era echado de cada bar de esa ciudad donde nadie lo conocía, bebió hasta que cada ebrio de cada bar peleo con él. Porque para Castiel, beber hasta perder el conocimiento era la única forma de borrar a Dean de su memoria.

Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses pero eso no era suficiente, cada vez que él volvía a ese pequeño departamento donde había estado viviendo por, sabrá Dios cuanto tiempo, la imagen de Dean estaba ahí, le tendía su mano y le pedía que se detuviera de dañarse, que volviera. Y cada vez que eso ocurría, él reía estruendosamente y luego lloraba. Tomaba otra botella y comenzaba de nuevo a beber.

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Dean no dejo de buscarlo, no hasta esa mañana en la que Gabriel llego a su puerta, vestía un traje negro y sus ojos estaban rojos, así fue como Dean supo que Castiel había muerto.

―Una mujer escucho un disparo en la habitación de un lado, ella pensó que habían entrado a robar y llamo a la policía. Lo encontraron con su rostro sobre la almohada, la cama estaba llena de sangre, su sangre. Y en su mano un revolver. No te culpo por su muerte, Dean. Eso te lo dejare a ti.

Gabriel miro los ojos de Dean durante cada segundo que estuvo frente a él.

―Lo enterraremos hoy ―Gabriel despego sus ojos de él para buscar en sus bolsillos―. Esto estaba junto a Cass.

"Lo amare hasta mi muerte" Decía la nota en sus manos.

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Dean asistió al funeral esa tarde, el féretro de Castiel estaba bajando a la que ahora sería su tumba. Dean pudo sentir como cada mirada estaba sobre él. Inclusive Charlie quien fue su más grande apoyo cuando su hermano menor murió y cuando Castiel se fue, lo miraba como si él tuviera la culpa de todo.

Dean sabía que era su culpa.

Durante un año él pudo hacerlo realmente bien, sumergía su vida a su trabajo y hogar sin que nadie supiera como cada noche se embriagaba hasta perderse.

Pero un día, al despertar solo, se dio cuenta de lo muerto que estaba por dentro y comenzó a beber. Bebió hasta olvidar que Castiel finalmente se había ido y no lo soporto.

Tomo la fotografía donde el hombre sonreía a la nada, la fotografía que él había tomado una noche antes de su boda y la abrazo. Tomo el revolver que estaba en el buro junto a su cama y sonrió.

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Gabriel estaba ahí, ahora estaba enterrando al hombre que había causado tanto dolor a su hermano. Pero él lo sabía. Sabía que Castiel nunca le perdonaría si él dejaba que el cuerpo de Dean se pudriera solo en una fosa común, cosa que él hubiera hecho gustoso.

Pero también sabía que Dean amo a su hermano hasta su último aliento de vida, lo comprendió cuando miro el cuerpo del rubio en su cama. Su rostro en su almohada, el revolver en su mano y el piso lleno de botellas de whisky vacías. Pero, presionado contra su pecho estaba la prueba de todo, la foto de Castiel sonriendo.

Gabriel sabía todo lo que ellos se amaron en vida. El suyo fue un amor tan inmenso que los consumió hasta la muerte. Él odiaba eso, pero, a pesar de su traición, sabía que su hermano habría perdonado a Dean antes de morir. El conocía a Castiel.

Por eso, ahora estaba ahí enterrando al rubio junto a su hermano. Para que por fin pudieran estar juntos eternamente.

Después de todo, la ligera brisa que causo que unos cuantos mechones de su cabello se movieran de lugar le brindo esa calidez y esa felicidad que su hermano emanaba cada vez que estaba junto a Dean.

Si, ellos ya estaban nuevamente juntos.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2019 ⏰

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