Jimin:
Al igual que todos los días el sol se filtraba por mi ventana dando directamente en mi cara y obligándome a despertar... Poco a poco, comenzaba a amar el hecho de levantarme temprano cada mañana y tener a Jungkook a mi lado durmiendo. Él abrazaba mi cintura como si fuese un niño pequeño, era algo tierno de ver. Con cuidado de no despertarlo, me levanté y traté de salir de la cama, pero su agarré no me dejaba.
-Kookie~
-Mmm...
-Jungkookie tengo ir a terminar con mis trabajos, déjame ir.-Dije sonriente mientras acariciaba su cara.
-No... Quiero seguir durmiendo.-Dijo aún con los ojos cerrados, haciendo pucheros, mientras me sostenía más fuerte entre sus brazos.
-Te prometo que volveré pronto, tú quédate aquí si quieres.-Dije levantándome, por fin. Aunque con la sensación de que instantáneamente ya me estaba falta su calor.
-Esta bien, ve con cuidado, ¿dónde estarás?- Preguntó somnoliento.
-Limpiando la oficina del Padre Albert...
-No me agrada eso...
-Lo sé, pero seré rápido y vendré a estar contigo todo el día si quieres. Incluso soy capaz de faltar a clases por ti.
-La idea sigue sin agradarme pero lo aceptaré porque te quiero conmigo y porque tengo sueño.-Dijo molestó aún con los ojos cerrado.- Cualquier cosa buscame si me necesitas, iré a verte más tarde.
-Si, descansa.-Dije dulcemente para darle un besito en la punta de la nariz y ver como fruncía el entrecejo para volver a recostarse cubriéndose con las mantas, mientras se hacia una pequeña bolita.
¿Y se suponia que yo era el niño?
Salí de la habitación y fui a la oficina del Padre Albert para limpiarla y ordenarla como me dijo ayer la hermana Samantha.
Fui hasta su despacho y comencé a trapear cada uno de los muebles, santos y crucifijos que habían colgados en su oficina. No iba mentir, desde que soy pequeño, siempre me dió miedo ver aquellas imagenes. No entendía porque de todas las cosas buenas que habían en la Biblia, siempre mostraban y recaían en las imagenes crueles y brutales. ¿Por qué no sólo recordar los buenos actos de fé y bondad en vez de tener que recalcar a cada momento los horribles sacrificios que habían sucedido?
Terminé de limpiar la gran mayoria de la oficina pero aún me faltaba la pequeña biblioteca. Fuí sacando libro por libro, mientras lo limpiaba y repasaba para sacarle el polvillo que pudiese tener, pero sin darme cuenta choqué accidentalmente con el mueble y un libro desde lo más alto había caído.
Era pequeño y estaba lleno de polvo. Lo levanté del suelo y comencé a limpiarlo, sacando lentamente la suciedad de aquel pequeño libro y descubriendo así que pertenecía a una chica llamada: Ha-Neul.
Aquel libro al parecer era un diario, se parecía un poco al mío pero este era mucho más grande y algo rustico. Fijándome que no hubiese nadie más que yo en la habitación, abrí lentamente en una de las páginas. Sé muy bien que no debería leer los diarios de alguien más pero solo sería un ratito.
18 de febrero de 1925
Querido diario, hoy fui a verlo otra vez, sé que esta mal pero es que cada día que pasa no puedo dejar de pensar en él. Mi corazón siempre fue fiel a Dios y a la iglesia pero no entiendo como es que él atrae tanto mi atención... Tal vez sea una de las pruebas de Dios, sólo sé que si es una prueba es bastante dura, porque dia a dia me estoy enamorando cada vez de Park Yungson...
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Lost Stars ✨ Kookmin // FanFic. [EDITING]
JugendliteraturJimin es un huérfano él cual dedicó su vida a la iglesia. Vive bajo el cuidado del Padre y las hermanas del lugar. No conocía el mundo exterior, estaba limitado a las grandes murrallas que cerraban aquella iglesia e instituto religioso. Siguiendo ci...