LA HERMANA DE HINATA

Dios que pasa aquí?

Alguien puede explicarme ¿cómo demonios llegué aquí? No lo recuerdo en su totalidad, sólo siento el dolor en mi cuerpo, miro hacia al suelo encontrando grandes manchas de sangre, mi respiración se vuelve entrecortada por cada segundo que pasa, vuelvo a levantar la mirada viendo a aquella desgraciada que me miraba con los ojos de un depredador. Intento pararme pero un dolor intenso recorre mi cuerpo, desido que me quedaré ahí al menos en lo que me recupero.

-es inútil, ni siquiera lo intentes-mencionó la persona delante mía.

Hikari: ¿qué eres?-pregunté con las pocas fuerzas que me quedaban, mi vista se volvía borrosa.

-no te diré mi nombre, pero...quiero que me digas una cosa-respondió algo que yo no le pregunte-¿qué eres tú? Nadie me había dado tanta pelea en muchos años-comentó haciéndose la sorpendida.

Hikari: no tiene importancia...de todas maneras vas a morir aquí-le dije levantándome del suelo, sintiendo el temblor en mi cuerpo, debido a todo el esfuerzo que hago para luchar contra la gravedad.

-sí vas a hacerme un gran daño en tu condición, ¡sólo te hice una maldita pregunta, y no me gusta que no respondan!-dijo sonriendo tan fríamente que no pude evitar sentir unos pequeño escalofríos en mi cuerpo.

Fue cuestión de segundos para que me hallara tirada en el polvoso suelo boca abajo, sintiendo como mi sangre se derramaba con rapidez como si yo fuera una fuente. Sentí mis ojos pesados...Hinata, Hanabi perdónenme por favor, ya no puedo seguir en este mundo...

-aún no vas a morir, niña estúpida...tu sangre...se ve muy deliciosa-escuché el tono divertido de aquella kunoichi, abrí los ojos con sorpresa.

Hikari: ¡agh!-producí un pequeño quejido al sentir unos filosos dientes adherirse a mi blanquecina piel, no tardé en sentir mis ojos humedecidos. Mis gritos de dolor desgarraba mi pobre garganta, el sufrimiento que sentía parecía no tener fin, traté de moverme para poder quitarme a esa chica de ensima. Pero a cambio de eso sentí como ella se aferraba más a mi..."me está comiendo viva" pensé dejando de poner resistencia, mus gritos se seguían oyendo...cada vez más y más lento hasta que dejé de gritar, pero aún seguía consiente de todo lo que pasaba a mi alrededor, el dolor seguía presente y yo sólo atinaba a dejar salir lágrimas sin emitir ni un sólo ruido.

-eres muy deliciosa, me gustaría llevarte conmigo, pero tu ya debes morir-dijo mi atacante separándose de mi cuerpo por fin, suspiré aliviada al no sentir ese dolor descomunal enmi espalda, creo que canté victoria demasiado rápido, después sentí un dolor en el pecho y por fin caí en la oscuridad total.

Narrador Onmicente:

Hikari se hayaba en medio de un gran charco de sangre, sus ropas estaban rasgadas su piel sucia y magullada, sus ojos estaban completamente cerrados y al parecer todo rastro de vida se había esfumado del pequeño cuerpo. Su atacante no estaba por ningún lado, al parecer escapó llevándose la vida de Hikari entre sus manos. No se podía hacer más.

Hinata: ¡onechan!-exclamó preocupada al encontrar el cuerpo moribundo de Hikari, se acercó corriendo y cuando estuvo lo suficientemente cerca se arrodilló, abrazando a Hikari-¡padre, alguien ayúdeme!-gritó en busca de ser socorrida.

No pasó mucho para que dos ninjas se presentarán corriendo al escuchar los ahuyidos de Hinata, miraron la escena con tristeza y pena, socorrieron a la Hyuga cargando el débil y casi frío cuerpo de la hermana mayor.

De camino al medio hospital se encontraron con Hanabi, que al ver la escena abrió los ojos como platos, trató de alcanzar a sus dos hermanas mayores, pero las mencionadas corrían mucho más rápido de lo que sus pequeñas piernas le permitían correr, debido a esto la pequeña se quedó atrás, viendo el camino de sangre que dejaba el cuerpo de Hikari.

Hinata se tuvo que quedar en la sala de espera, mientras muchos médicos de los dos géneros, se llevaban a su hermana en una camilla con una mascarilla de aire. La sala de operaciones se prendió señalando que se iniciaba una nueva cirugía, lo único que pudo hacer la Hyuga fue esperar y rezar porque su gemela estuviera bien.

[...]

Narra Hinata:

No había notado cuando fue que el foco de emergencias se había apagado, sólo se que una enfermera se acercó a mí con un rostro lleno de pena y tristeza, me temía lo peor, no me podía estar pasando esto, definitivamente no a mí. La miré con los últimos granos de esperanza que quedaban en mí.

-disculpe, ¿usted es familiar de Hikari Hyuga?-preguntó la enfermera mirándome con cierta inquisición.

-si-respondí con seriedad-¿cómo está?-pregunté refiriéndome a mi hermana caída.

-sobre eso...ella...esta...