Primera parte

17 2 1
                                    

Leo, detono y me formo.
No necesariamente en dolor, si no en poder y bullicio.
No me conocen, y aún hay sarcásticos que creen que mi esencia es falsa.

Intranquilidad.

Llega, a la misma hora de siempre al lugar de siempre.

Ha sido un día largo y llega con el capricho de poder sentir unas manos calientes rozando sus mejillas, quiere escuchar una voz leyéndole un cuento o un poema cualquiera.                    Fantasea con una voz arrulladora y cálida que la dope como lo hacen 2 botellas de vino barato.

Se siente sola, y sabe que si lo está es por ella, porque no sabe querer. Incluso no puede quererse así misma.

Ella trata de sentirse menos sola creando escenas en su cabeza con su amor de verano. Ese que ahora no posee, pero arde enormemente al pensar que se irá  del todo. Le duele ya no sentir que él la ve como la  miraba cuando aún no habían llegado las lluvias de febrero. Con esa cara de querer más, pero estar atrapado en la incertidumbre y en la indecisión de su chica. Que no es su chica.

Se sienta en una esquina de su cuarto sin color, con libros y apuntes tirados en todo el suelo, escuchando sonidos ajenos de personas llorando y teniendo sexo. Ojalá fuera ella una de esas personas que sienten, que sienten mucho.

Ojalá ella sintiera algo, algo que no sea tristeza.

"Bailando en una copa ropa, viendo su reflejo en aquel veneno color sangre. Flotando en la nada y hundiendose en cajones olvidados y viejos de su memoria.
Dando un mal paso se resbala y se sumerje en aquel veneno curativo.
Nada en el vino hasta que su cuerpo se disuelve con esa constelación roja.
Despierta liviana, desnuda y sin miedo, puede notar más blanca su piel y menos rota su alma."

Sinónimo de melancolía.Where stories live. Discover now