2º Regla: No existen pequeñas promesas

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NO EXISTEN PEQUEÑAS PROMESAS

- Kazushi-sama un auto lo espera fuera - me indico un hombre en traje negro con lentes de sol.

- Por favor, no tienes por qué ser tan formal conmigo - le pedí mientras terminaba de alistarme - Puedes llamarme por mi nombre, te lo he dicho antes.

- De acuerdo, Nozomi-sama - respondió.

Suspire.

Dos semanas encerrado en una habitación de hospital, solo veía a las enfermeras, al doctor y la cara del hombre frente a mí.

Munezaku me asigno un guardaespaldas solo para mi uso personal, en otras palabras una "niñera", lo cual me molestaba un poco ya que no estaba acostumbrado a que me vigilaran día y noche. Cada paso y respiro que hacia debía ser informado por orden del jefe.

Cierto que había sido yo quien acepto el trato pero no pensé que fuera tan asfixiante.

Bueno, esto es mejor que estar vagueando en las calles, así que por los momentos me centrare en acostumbrare a este tipo de vida.

- Bodigado-san [1] ¿Cómo te llamas? - le pregunte sonriente, alegremente, para suavizar el ambiente entre los dos. Si voy a tener a alguien siempre cuidándome, o vigilándome, por lo menos quiero que nos llevemos bien y que haya confianza.

- Me llamo Oda Kai, Nozomi-sama.

- Entonces... Kai-senpai - dije juguetón, solo para molestarlo un poco.

- ¡¿Kai-senpai?! - exclamo.

- Claro, de ahora en adelante estaré a tu cuidado ¿No? – dije colocando un dedo sobre mi barbilla ladeando la cabeza con una pequeña sonrisa - Me enseñaras todo lo referente a Munezaku-san y también me ayudaras a adaptarme a esta nueva vida ¿Verdad? Entonces eso te convierte en mi senpai - dije sonriente.

- Pero Nozomi-sama me meteré en problemas con el jefe si...

- De acuerdo, de acuerdo - hice un ademán con la mano haciendo – Kai- san, entonces - me cruce de brazos.

- Gracias, Nozomi-sama - hizo una reverencia.

- Ya déjalo estar – alce los hombros fingiendo molestia - Vámonos - me dirigí hacia la puerta saliendo de la habitación.

Ya fuera del hospital, nos dirigimos a un gigantesco y lujoso Toyota Century. Un sedán exclusivo utilizado por los más grandes e importantes políticos, empresarios e incluso por los yakuza.

Kai abrió la puerta del auto para mí, luego él se sentó del lado del conductor y arranco. Ya había pasado una media hora, me preguntaba qué tan alejada estaba la casa, el silencio me estaba desesperando.

"¿Pero de que puedo hablar con un hombre tan serio?" pensé.

- Munezaku-sama organizo personalmente los preparativos para la celebración de Nozomi-sama - Kai por fin hablo.

- ¿Celebración? - pregunte confundido.

- Si, celebración por haber sido dado de alta - por primera vez, desde que nos conocimos, Kai sonrió - Se realizó una reserva en un famoso restaurante en Roppongi, escogido por el jefe.

- Kai... ¿Puedo preguntarte algo?

- Por supuesto Nozomi-sama, pregúnteme lo que sea.

- ¿Qué tipo de razón tiene Munezaku para hacer esto?

- No entiendo a qué se refiere.

- Bueno, es que no entiendo por qué quiere hacerse cargo de mí. Somos completos extraños ¿No?

I love you with my life (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora