Tu recuerdo aún me quita el aliento por un momento, Makku. Luego tengo que seguir respirando.
Existe un vacío desde que ya no estás y se que nunca se llenará. En ocasiones vuelvo a llorar cuando veo tus fotos, los cientos de mensajes que intercambiados, los regalos de navidad y las cursis cartas de amor.
Escucho canciones que me recuerdan a ti. Tu voz en un murmullo dulce, tu toque de terciopelo y la forma tan hermosa y única que tenías de profesar amor.
Visité a tu madre, ella me abrazo con fuerza y en su rostro se reflejaba el tuyo. Lloramos y reímos viendo el álbum de fotos, entramos a tu cuarto de la infancia y sentados en esa pequeña cama vieja dejamos ir el dolor asfixiante
Te amo, Mark. Nos faltaron sueños y metas por cumplir. Lugares por conocer, besos que compartir y más noches juntos. Estoy seguro de que en la siguiente y en otras mil vidas seremos capaces de hacerlo. Volveré a toparme con tú ternura acentuada y tú cálido corazón.
Gracias por todo. Me diste un motivo más para disfrutar cada pequeño momento. Apreciar cada memoria y continuar
Espero poder volverte a ver.
Donde sea que estes, te sigo amando y te extraño cada día más, nunca menos.
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