Hacía mucho tiempo que no te veía, que no sentía ese nudo en la garganta, ese cosquilleo por todo el cuerpo, ese temblor, esas ganas de llorar, ese sudor frío que me recorría la espalda, ese dolor en el pecho, ese dolor de cabeza tan profundo, esa sensación de ahogamiento. Hacía mucho que no sabía nada de ti, pero volviste, y ahí comprendí que volvió mi infierno.