Y volví, volví a ti, volví a coger el cuchillo del que tanto me costó salir, pensando que no me cortaría, pensando que no me cortarías. Pero lo hiciste, me cortaste, no tan profundamente como la primera vez, pero dolió. Y dolió porque abriste cicatrices que pensaba que estaban cerradas, que no se abrirían más, pero me equivoqué y me volviste a romper, y te dio igual y, eso es lo que realmente me cortó.