Nena, soy Brooke

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-Al despertarme lo primero que hice fue planificar lo que iba ha hacer en el día, soy muy planificadora. Después de estar un largo tiempo en la cama decidí levantarme vagamente. Tras arreglarme un poco el pelo bajé a desayunar.

-Buenos días -me sonrió mi padre nada más verme. Todavía se me hacía raro estar con ellos después de dos años, por lo que me limité a sonreírle y dirigirme hacia la despensa para ver qué comida podía encontrar. Encontré croissants, mi cosa favorita en el mundo, aparte de Harry Styles obviamente.
Estaba muy contenta comiéndome mis 3 croissants cuando mi madre apareció con Ron y una sonrisa en la cara.

-Hola cielo -me saludó mientras cogía una botella de agua de la nevera.

-Hola -le saludé de vuelta mientras seguía comiendo alegremente.

-De pequeña te encantaban los croissants -dijo mi padre después de haber estado un rato leyendo un periódico -No sabía que iba a ser algo que amases por siempre -dijo un poco divertido.

-Bueno -dijo mi madre comiéndose un croissants, lo que me hizo mirarle con rivalidad -¿Que tienes pensado hacer hoy? -me preguntó curiosa.

-Había pensado en ir a comprar unas últimas cosas que me faltan para terminar de decorar mi habitación y después de eso ir a dar un paseo por la playa junto a Ron -les conté mi plan mientras recogía todo lo que había ensuciado al comer tanto. -Ah!, y por la tarde he quedado en verme con Brooke -añadí recordando.

-Podríamos comer juntos -dirigí mi atención a mi padre -Voy a estar por la playa, si quieres cuándo estés por allí y te de hambre, llámame y comemos juntos -Terminó diciendo mientras me sonreía. Me encanta que se estuviese esforzando tanto en tener una buena relación.

-Me parece genial -conteste dando finalizada la conversación mientras subía a mi habitación para poder arreglarme e irme hacia El Centro comercial.

-Cuando ya decidí que ponerme me metí rápidamente en el baño y me puse mis pantalones azul vaqueros anchos y una camiseta lisa blanca, con un detalle de un sol a un lado. Al verme en el espejo y darme el visto bueno me terminé de vestir calzando mis queridas vans.

Al terminar de vestirme baje trotando las escaleras y cuando recogí a mi perro del jardín emprendí camino hacia la dirección que me había indicado mi madre intentando no perderme.

(...)

-Después de una hora de largo camino sintiendo que me ahogaba del calor por fin pude llegar al enorme sitio.

Con trote ligero me dirigí a dejar a mi perro en una zona que había especial para los animales y me fui hacia la primera tienda que llamó mi atención, la tienda de música.

Me puse a ver todas las cosas que había en toda la tienda, y cuando decidí no llevarme nada con gran tristeza, me fui a por un par de pantalones que necesitaba para poder combinar un par de conjuntos que había visto por internet.

(...)

-Hola papa -le dije agotada al entrar al coche en el que me estaba esperando.

-Hola hija -contestó sonriendo -Vamos a ir a comer a un restaurante italiano en la playa -bien! Necesitaba una buena ración de comida para poder quitarme este agotamiento.

-Genial -sonreí en su dirección.

-¿Que quieren para comer? -nos preguntó un camarero con una sonrisa en la cara.

-Yo una pizza y mi hija otra -comentó mi padre mientras miraba la carta -De jamón y queso las dos -añadió cerrando la carta y asintiéndole en su dirección.

No soy un Playboy !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora