La leyenda de tu vida

1º DÍA DE CLASES

- Dale boluda que llegamos tarde – le digo a mi hermana. Primer día y se queda dormida. Preparo el desayuno y pongo la pava para el café.

- Acá estoy, acá estoy- aparece mi hermana por la puerta- tomo esto y salimos.

Saliendo de la puerta me acorde de Declan... espero que no esté en la parada, pienso... pero en el pecho mi corazón se retorcía y deseaba a gritos que ese chico estuviera sentado esperando el colectivo.

Llegamos a la parada y me encontré con mi compañera Alison... ella no me quería pero notaba que muchas veces simpatizaba conmigo y me confundía. Pero bueno, tengo hasta séptimo con ella y estamos en cuarto, al menos intento una buena relación. Me saludo, miré hacia los costados y note que Dec no estaba, las ilusiones duelen Isa.

Llegó el colectivo y la verdad mis esperanzas ya habían expirado. Tome asiento en las butacas de adelante que no había nadie y me puse los auriculares para escuchar el nuevo tema que nos armó la entrenadora de hip hop. Si lograba aprenderme la coreo a pesar de ser nueva, por ahí entraba al equipo de competición que todos hablan. Cierro los ojos y me concentro en la música cuando de la nada el colectivo frena y abre la puerta dejando entrar a seguramente algún irresponsable que se quedó dormido, aunque en realidad lo envidio porque ¿quién no haría cualquier cosa por dormir unos minutos más? Igualmente si lo hago en mi casa me matan. Dejo de pensar y abro los ojos para mirar quien era el atrevido que pospone la alarma, y lo vi subir, con su fachada arrogante y segura marcando territorio. El colectivo empezó a ser un solo murmullo que susurraba en voz alta el nombre de Declan Stud. Miro hacia atrás y note que muchas chicas corrieron sus mochilas para que este galán se sentara al lado suyo... me dio igual. Yo puse mis pies en el asiento de al lado dejando mi espalda contra la ventana y volví a mi música, la verdad tanto movimiento por un chico me molestaba. Además, aquella persona que suba al colectivo va a tener lugar seguramente, después de todo Declan es un solo culo para sentarse y cuando entró se desocuparon como 5 asientos.

Stud subió, saludo al chofer y se sentó al lado de Alison, que casualmente dormía chorreando baba en su enorme campera, ella era de gran tamaño pero él podía entrar perfectamente en el otro lugar. Vi su mirada por solo unos segundos y note porque se sentó en ese lugar. Él quería ver como todas morían de rabia y de envidia sin darle el placer a ninguna de compartir espacio.

Cierro los ojos y vuelvo la música. No me podía concentrar porque mi cabeza daba vueltas con la pregunta de si ¿ese morocho codiciado se acordara de mí? No lo creo.

Cuando me bajo del colectivo rumbo al colegio alguien me agarra del brazo. Me resultaba familiar la forma de apretarme, como me detuvo en la mitad de mi rutina inesperadamente. Me doy vuelta y veo a Dec con una remera gris y pantalones negros

- ¿No me ibas a saludar pequeña? – Dice arrogantemente porque él está en 6º año de la especialidad. Ahí no más se pone a mi lado y reincorporamos el rumbo al colegio, es cerca por suerte.

- No creí que te acordaras de mi - respondí sincera y me rió

- Mirala a la tonta – ríe – jamás me olvido de una cara bonita y menos de esas piernas ¿acaso haces algún deporte? Porque flaquita y con tremendas traseras no se ven todos los días – me ruborice viendo como me miraba.

- No, en realidad bailo, no sé si cuenta como deporte. Aunque es el mismo desgaste físico – noto que me sigue mirando y nerviosa agrego – ¡Ya ey! mi cara esta acá. - se ríe y me mira a los ojos sonriendo. Su sonrisa da paz, transmite felicidad.

Riendo llegamos al colegio en donde cada uno fue a su curso. Llegando pude notar las miradas de las chicas que morían de celos al verme entrar con él.

Pasaron los meses y Dec se alejó de mí. Estaba sola como todos los años, así que me concentre en los estudios y en baile, ya que entré al grupo y pronto iba a haber una competencia muy grande.