La ciudad sin nombre

2.2K 207 74
                                    

-Novio, doc. Recuerda que tengo un pene- bromeó Bugs acomodándose junto a Daffy.

A pesar de sus palabras, era evidente que al igual que los demás presentes no se esperaba que el moreno reconociera que tenían algo así como si nada. Después de todo, la actitud de macho del moreno había estado presente desde el día en que se conocieron, como para de pronto anunciar frente a todos sus amigos que estaba acostándose con un chico. Ni en el mes que pasaron juntos le había dado ningún tipo de muestra de afecto o alguna mínima señal que los calificara como pareja.

Había sido un acto impulsivo, motivado por nada mas que por celos. Ni siquiera sabia la razón de su molestia, pero no le agradaba para nada la mirada que Bugs -su Bugs- intercambiaba con uno de sus viejos amigos. Por eso había hablado, tratando de hacerle llegar a Wile un mensaje claro y amenazador: Él me pertenece. Incluso si eso significaba aceptar, más para sí mismo que para sus colegas, que estaba haciendo lo impensable, lo que un tiempo antes le habría repugnado.

-Joder...-susurro Syl, apartando la mirada, consiente de que su broma había acarreado más problemas.

-Amigo, no tienes idea de lo que estas haciendo- dijo Wile, cambiando su semblante duro por una mirada casi paternal. Daffy se asqueo.

Odiaba eso. Wile era uno de los mayores entre todos y solía tener ese tipo de gestos con ellos, como si tener mas edad lo volviera alguna clase de erudito. En realidad solo era un pobre idiota.

-¡¿A que demonios te refieres con eso?!- estalló. Bugs se separó un poco de él, sentándose con la espalda recta, atento a cualquier cosa que el otro estuviera por decir.

-Dejarte enredar por esta perra es lo peor que puedes hacer- contestó Coyote con calma. De nuevo esa estúpida manía de querer explicarle las cosas como si fuera un niño.

Antes de que pudiera decir algo -o tan siquiera pensar una respuesta- su pareja intervino.

-Vaya, así que ahora soy una perra.- dijo Bugs suspirando. Le había parecido divertida la palabra.- ¿Estas diciéndole todo esto solo porque te mandé al demonio? ¿Estas despechado, Willey?- había dicho esto ultimo con tono de puchero. Estaba tratando de provocarlo.

El nombrado tragó saliva y se irguió con dignidad. Eso era algo que Daffy siempre había admirado de él. Nunca se dejaba acobardar.

-Aprecio más a mi amigo de lo que jamas pude haberte querido a ti- dijo Wille con desdén.

Sylvester los miraba boquiabierto. Daffy había disimulado su sorpresa.

-Así que...-empezó a decir el otro moreno- hace medio año, cuando andabas colgado por una chica. ¿En realidad no era una chica?

-No, Syl- contestó Coyote, rascándose la cabeza y quitándose el largo cabello castaño de la cara- Bueno, al principio yo creía que si lo era. Iba al Cabaré de Pepe a verla.

-Pero cuando descubriste la verdad no te importó- mencionó Bugs con saña, enarcando su depilada ceja grisácea.

Toda esa situación le parecía muy familiar. Daffy también había quedado fascinado por la hermosa chica del Cabaré, quien resulto ser Bugs, e incluso, por un mínimo instante, no le había importado ese pequeño detalle. Eso hasta estallar y lastimar seriamente a alguien. Ahora su novio seguía trabajando en lo mismo y a Daffy ya le daba igual e incluso a veces iba a ver su actuación. Sin embargo, su cólera comenzó a ser dirigida hacia Bugs al descubrir que había seducido a su amigo de la misma forma que lo había intentado con él.

Duck & Bunny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora