DIA 1: NO FUE UN GOLPE, FUE EL ALCOHOL.
Las jaquecas no eran algo común en la vida de Damian Wayne. Por tal razón no lograba explicarse como un dolor de cabeza se apoderaba de él tan temprano por la mañana. La molestia era tan intensa que levantarse de la cama o siquiera abrir los ojos le era una tarea imposible.
Seguramente ayer abuso nuevamente de sus horas de trabajo en la compañía de su padre, las consecuencias ahora las pagaba con este malestar.
Nada que una aspirina y un vaso agua no pudiera curar. Llamaría a Alfred para pedirle el elixir que lo traería de nuevo a la vida.
El Joven, sin todavía abrir sus ojos, palpó la cama en busca de su teléfono.
La ropa de la cama se sentía diferente a lo cual estaba acostumbrado bajo su tacto; menos finas, suaves pero viejas, olían a fresa con un toque de lavanda, muy diferente al olor de su colonia o al detergente usado por Alfred.
'Extraño' Él joven pensó.
Damian abrió los ojos curioso, lo que vio le hizo olvidar por un momento la ropa de la cama y su dolor de cabeza.
El techo era de un color blanco descuidado y no del familiar color crema de su habitación. Las sabanas cubriéndolo eran de color blanco con patrones violetas, demasiado femeninos para ser de su pertenencia.
Definitivamente esta no era su habitación...y ni tampoco parecía ser alguna habitación de la mansión.
¡¿En donde diablos estaba?!
Alarmado se sentó de golpe sobre la cama, el cobertor de la cama cayendo de su cuerpo para revelarle otro peculiar asunto.
Estaba completamente desnudo debajo de esa sabana. ¡DESNUDO!
Miles de dudas, teorías extraterrestres y paranoias inundaron de inmediato su cerebro.
¡Dios, su cabeza iba a explotar!
Nunca antes en su vida había dormido en tal estado, ni en los días mas cansados, ni en los días mas calurosos. Entonces, ¡¿Como podía explicar su desnuda situación?!.
Con una mano en su cabeza reviso desde la cama el lugar desconocido donde se encontraba; Unos cuantos libros lanzados por doquier, un pequeño escritorio, ropa de mujer regada en los muebles...definitivamente se encontraba en una habitación de una chica, pero ¿Como había llegado aquí? y ¿por que estaba desnudo?
¿Qué había pasado realmente ayer?.
"Hey, al fin despiertas. Por un momento me preocupe, pensé que nunca despertarías." Una joven mujer apareció en la entrada de la habitación.
La chica tenia un cabello corto negro mojado como si recién saliera de la ducha, unos ojos tal piedras amatistas y su estructura se veía 'petite' en ese atuendo conformado por una camisa holgada que colgaba peligrosamente de sus delgados hombros.
El rostro y en especial sus ojos le parecían familiar pero no recordaba de donde.
La chica ahora se le acercaba con dos tazas en manos mientras él trataba desesperadamente de volver a cubrir su descubierto cuerpo.
"¿Por que estoy desnudo?" Damian soltó.
Tenia tantas cosas en la cabeza, pero su caricia de ropa parecía ser la cuestión primordial en su mente.
"No estoy totalmente segura" La chica le regalo una sonrisa al ofrecerle una de las tazas "Estoy tan confundida como tú. Parte de las maravillas que una amnesia por una ingesta de alcohol puede hacer."
