El origen del universo.

INT. COMEDOR CASA DE VINCENT - TRANSCURSO DE LA MAÑANA

ESCENA 2

Vincent (7) y sus padres Alysa (26) y Vidar (32) se encontraban desayunando pizza recalentada del día anterior, la mesa frente a ellos llamaba la atención al tener un mantel navideño de tela tweed adornado con estrellas y luces azules en su estampado, en la ventana del fondo a la izquierda se podía presenciar levemente como se encontraban en pleno verano lo que dejaba al mantel muy fuera de lugar, cuadros bíblicos adornaban las paredes, lo único que se escuchaba era el sonido de los tenedores chocando contra los platos de cerámica, la madre del joven era una mujer simple, con una contextura ligeramente delgada, su piel blanca un poco acanelada, plana tanto a delante como por atrás pero facialmente hermosa con un cabello castaño claro liso que bailaba tenuemente sobre sus encantadores pómulos, una de esas mujeres que sabes que lo único que necesitan es una pequeña sonrisa para cautivar a un hombre. Su padre no destacaba mucho, bastante promedio física y facialmente con un rostro que fácilmente podría ser confundido con tu tío, una piel bastante clara pero siempre con una mirada de felicidad en su rostro como si ya hubiera completado todas las metas en su vida.

Vincent

(Alegre)

Mamá

2.1 (Se sobresalta)

¿Vieron el asteroide anoche?

ALYSA

(Calmada)

Me quede en la ventana con tu padre hasta que apareció.

VINCENT

(Sorprendido)

¡¿En serio?! ¡Vieron que era hermoso!

ALYSA

(Melancólica)

Cuando era niña, los libros de cuentos que me daba mi madre contaban historias maravillosas.

2.2 La madre suelta los cubiertos sin hacer ruido y sube la mirada con tranquilidad.

ALYSA

Una vez leí que los cometas eran las almas de las personas que llevaban su nombre, se dedicaban a explorar lo maravilloso que era el espacio para luego volver a la tierra y recordar que no hay lugar más hermoso que de donde vinieron, por eso es que siempre vuelven cada tantos años... siempre tienes que saber de dónde vienes para recordar a dónde vas.

2.3 Todo se queda en silencio, la vista se centra en el teléfono local de la esquina al lado de la puerta colocado sobre una pequeña mesita de vidrio de esas que siempre tiene tu mamá únicamente para dedicarse todo el día a charlar con sus amigas, se observa poco a poco como el tiempo transcurre, las paredes de madera se van desgastando junto al teléfono cada vez más y más, unos pocos minutos después que en verdad fueron años, una mano envejecida con un pulso ligeramente tembloroso a causa de la artritis recoge el teléfono.

VIDAR

(Cansado)

Espero que no hayan perdido el autobús.