SHE'S PERFECT [Millie Bobby Brown y tú]

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Jane's POV

Noah salió de la habitación. Millie me miró a los ojos, y le guiñé uno.

—Eh, Jane —se le notaba el sonrojo—. ¿Puedes salir para que me cambie?

—Oh, sí, tranquila —me levanté de la cama—. ¿Necesitas algo?

—Pásame la ropa, por favor. Está en ese armario.

Me dirigí al armario y cogí la ropa.

—Aquí tienes —iba a salir pero Millie me dijo algo.

—Jane... ¿Te puedes quedar? No creo que pueda sola y no le voy a pedir ayuda a Noah.

—Sin problema —puse el pestillo.

Se levantó con dificultad pero no se dio cuenta que la bata que llevaba puesta estaba abierta por detrás.

—Millie —dije sonrojada—. Tienes la bata... —le señalé la parte.

—Oh dios —se tapó más sonrojada que yo, normal, le acababa de ver todo el culo.

—Tranquila, ¿en qué te ayudo?

—De momento en nada, date la vuelta cuando te necesite te aviso.

—Vale.

Pasaron 3 minutos y escuché maldecir a Millie.

—Mierda...

—¿Qué pasa?

—¡No te gires!

—Nono, ¿necesitas ayuda?

—Sí, no me consigo atar el sujetador. Y no me aguantan los brazos.

—¿Voy?

—Por favor, pero tápate los ojos.

—¿Cómo te ayudaré?

—Te guío.

Me puse una mano en los ojos y con la otra me iba guiando.

—Aquí —escuché a Millie por el otro lado. ¿Cuándo se ha ido hasta el otro lado? Me choqué con la cama—. Cuidado —escuché sus risa y sonreí.

—Puta cama.

La rodeé, me quité la mano pero mantuve los ojos cerrados.

—¿Millie? —intenté tocar lo de alrededor hasta que noté algo. Era una cara—. ¿Eres Millie?

—No, soy Leonardo DiCaprio.

—Oh, hola.

—Jajaja. Ayúdame.

—Me tengo que destapar para ver el mecanismo.

—Vale —los abrí lentamente y noté que estaba bastante cerca y ella en sujetador con los tirantes caídos.

—Aquí arriba —chasqueó los dedos.

—Qué graciosa eres.

—Eres tú la que está mirando —se giró riendo.

Me acerqué al sujetador. Empecé a atarlo, me pegué más a ella.

—Eres tú la que me provoca, guapa —le susurré al oído. Se tensó de inmediato y le mordí la oreja.

—¡Ah! Jane, cuidado —dijo medio enfadada.

—Anda si te ha gustado —se sonrojó de inmediato—. Pillina.

—Párate.

—¿Segura? —le abracé por detrás y dejé mis manos en su abdomen. Empecé a besar su mejilla lentamente e iba bajando hasta su cuello—. ¿Te gusta? —continué con la acción.