Good Girl ; Meteor Garden

✧. Capítulo uno

— Passengers, fasten their belts that we are going to land.

A no mames, ¿ya tan rápido?

Hice lo que el piloto había dicho por los altavoces y me abroche el cinturón con cuidado ya que no quería hacer un movimiento en falso y se rompiera esta cosa —no por nada me llamaban manos de estomago— lleve mi mirada a la ventanilla para así apreciar la maravillosa vista la cual era el cielo bastante azul con hermosas nubes blancas a su alrededor y si me apoyaba mas a la ventanilla y echaba un vistazo mas abajo miraba la cuidad de Shanghái la cual al estar descendiendo se miraba mas grande y linda a simple vista. Ya deseaba turistear este hermoso país.

¡Ya esta! Me había enamorado de esta maravillosa cuidad.

— ¡A la verga! —chillé asustada en cuanto sentí como el avión hacia un movimiento rudo al derrapar las llantas sobre el asfalto, ya habíamos aterrizado—. Gracias a Dios.

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— A la verga como me duele todo mi cuerpesito —susurré para mi misma mientras caminaba a un lado de todos los pasajeros que iban en el mismo vuelo que yo, apenas estaba saliendo del avión

Habíamos salido en un orden perfectamente equilibrado para mas de cien pasajeros que hasta el mismísimo Chapo Guzman quedaría pendejo. En cuanto salimos de aquel extenso pasillo divisé todo el exterior del inmenso aeropuerto, esta madre era demasiado grande con muchos locales a su alrededor, arquitecturas enormes en cada paso que dábamos, fuentes hermosas y muy bien decoradas era simplemente ¡maravilloso! Pero aun así muy dentro de mi prefería mi linda tierra que me vio nacer.

— Disculpe —hable acercándome a una señora—, ¿Usted sabe donde esta la Sala de Equipaje?

— Oh claro que si jovencita —me respondió amablemente—. Yo voy para el mismo lugar, ¿quiere que la lleve?

Le sonreí agradecida.

— Si por favor —le dije—, Yo la sigo.

Me había caído bien la señora, aunque no la conociera.

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— Buenas tardes —me digo un hombre llegando a mi lado—. ¿Usted es Fedra Osuna?

En cuanto escuche mi nombre mal pronunciado —de echo— deje de lado el libro que estaba leyendo guardándolo rápidamente en mi bolso y así al fin mirar a aquel hombre que vestía un traje como de chofer —se notaba que trabaja con alguna familia adinerada— pero si era así ¿porque me buscaba el?

— Si. —le respondí desconfiada—. ¿Quien es usted?

— Soy el chofer que la llevara a la casa de Dong Shan Cai —respondió serio agarrando mis maletas—. Acompañeme señorita.

¡Ha chinga! ¿Que pedo?

— ¡Espere! —alce mi voz— ¿Quien vergas es Dong Shan Cai? —pregunte confundida—, Yo vengo con la familia Dong y a como me contaron las cosas no creo que sean millonarios. Así que digame ¿quien chingados es usted?