Un cualquiera.
- Chicos... ¿aunque sea podrían darme mis lentes? - dijo ese pequeño chico ya cansado de ser agredido por esos matones de clase alta en ese colegio privado.
- Si no lo hago... ¿qué me harás pequeña ratita de laboratorio? - sus compañeros se rieron ante este comentario. El chico frunció el ceño ya con los animos por el suelo y la rebeldía por las nubes. Levanto su pierna derecha hacía atrás y la estiró con mucha fuerza, directo a la entrepierna del chico que tenía sus cosas. Este las soltó en seco, el chico las tomó y huyó de la escena con los alaridos de "Woooooh!" y "Agárrenlo" detrás de él.
Con todas las fuerzas que su calzado elegante y su pobre vista sin lentes le permitía, salió corriendo, tropezandose varias veces pero sin parar de correr hasta llegar a un callejón y dejar que la manada siguiera de largo.
Suspiró con cierta alegría pero a la vez un poco triste porque habían rayado sus lentes y su camisa blanca de cuadros marrones se había ensuciado bastante por haber sido empujado contra el suelo varias veces en el forcejeo de quitarle la mochila y los lentes hace varios minutos atrás. Una lagrima resbaló por su mejilla y un gemido triste salió de entre sus dientes. Contubo aire y ahogo su llanto en un suspiro nostalgico. Se colocó sus lentes, se acomodó su mochila azul claro en su espalda y se encaminó hasta su casa con paso lento y tembloroso con jadeos fuertes y descontrolados a causa de querer llorar.
Esto no era habitual... era a diario. Y era muy molesto... Él se defendería más seguido, de no ser por la cobardía a que ocurra algo peor.
El chico, una vez en su casa, sacó las llaves de sus bolsillo que resonaron como cascabeles y abrió la puerta con la mirada perdida en el suelo. Nadie salió a saludarlo, nadie ni siquiera se asomó por el arco de la puerta de el living... no había nadie... ni un sólo alma. Fué hasta el living dejando su bolso de un lado y en la mesita al lado del sofá encontró una nota: "Se me presentaron unos problemas, asi que regresaré dentro de dos semanas, te dejé comida en la nevera y dinero en el comedor. ¡Te quiero!" Esa última palabra le parecia una mentira. Sí, su madre no lo quería, según él. Y su padre... ni hablar de él... ni siquiera se sabía su paradero hoy día.
Subió a su habitación sin ganas de comer y cerró la puerta con llave. Encendió su Playstation y comenzó a jugar Red Dead Redemption... unas cuantas misiones y se aburrió. Ya nada era divertido para él... se acostó en su cama y miró al techo con mucha tristeza, o eso parecía. Quizás tenia hambre... no, ni siquiera le gruñia el estomago... o tal vez necesitaba tomar agua... menos. Se sentó en la cama y miró su figura en el espejo que se encontraba al lado suyo, justo en la puerta colgando con la ayuda de un clavo . <<¿Ese soy yo?>> pensó. Ya ni se reconocía... Hace mucho que no se miraba al espejo y bueno... estaba muy guapo, desde su perspectiva.
Su ondulado cabello castaño casi negro caía en su frente con gracia casi tapandole el ojo derecho. Y a pesar de estar largo, le quedaba muy bien... ni siquiera parecía un "Nerd" de esos que todo el mundo dice. Se pasó la mano por la cabeza arrastrando el cabello hacia atrás... Ahora parecía un rebelde sin causa. Incluso pensó que se parecía a uno de esos integrantes de los Jonas Brothers... se cambió la camisa por una camiseta blanca y una chaqueta de cuero que tenia bastante polvo. Parecía un matón. Se rió de si mismo con su inocente risa y sonrió al espejo.
- Nada mal, Derek... nada mal... - Dijo para sí, sin quitar la sonrisa inocente. - Quizás debería cortarme el cabello y... - Negó rapidamente con la cabeza. - No, mejor me quedo asi, con el cabello largo... - Se devolvió la sonrisa en el espejo. Miró el reloj que tenia colgado en la pared y suspiró... Tenía que ir temprano a clases. Se quitó los lentes, se puso la pijama y se acostó a dormir de mala gana.
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Un nerd con estilo.
RomanceIntroducción. ¿Un hombre guapo y musculoso se enamora de una chica nerd y sin amigos? Oh, ¡por favor! ¿no puedes ser un poco más realista y consiente? Las cosas no son así, y tú lo sabes... ¿Qué pasaría sí... fuera al revés?