Me gustaba esa música aunque no era lo que escuchaba habitualmente. Me concentre en escurrir bien los platos y a la misma vez me puse a pensar en Carlota.
La tarde de ayer, cuando se acerco, me transmitía tanta paz, era como si los problemas tuvieran solución, en cambio con Natalie cuando ahí un problema el mundo se le viene a bajo y ya me canso de eso. Esa noche, estaba a punto de ir a buscar a Carlota, pero luego pensé que seria una tontería porque vería a sus padres, y no era plan, un chico de 26 años que pregunto por su hija de 17, como que no tiene mucho sentido, se hubieran pensado lo peor. Y la verdad que la noche la pase muy aburrida, Natalie se fue a dormir, ya que me dijo que le dolía la cabeza.
Luego me acorde de este momento, de cuando entre para lavar los platos y vimos a dos niñas bailar, se le veían tan alegres… Y cuando me quise dar cuenta, era Carlota, con su trasera bien puesto y moviéndolo de un lado para otro. Pero mi queridísima novia, las miro con una cara que se las iba a comer vivas y ellas pararon. No podía parar de ver a Carlota, era tan guapa, pero no podía porque yo tenía novia, pero a la misma vez me daba rabia.
“¿Que me ha pasado? ¿Una niña de 17? ¿Por qué no me puede gustar Natalie o una de mi edad? ¿Sabes lo mal que lo vas a pasar con los obstáculos que se te van a presentar César? O lo peor, ¿Dónde vivirá?”
Mis ojos no podían dejar de mirarla cuando su amiga me pregunto que como me llamaba y Carlota le contesto que ella no tenia pelos en la lengua pero le dije que no pasaba nada, que me podía preguntar lo que quisiera y que respecto al nombre que se lo dijera Carlota, que ella lo sabia perfectamente.
Luego vino Natalie, y escuche que la llamaron cara caballo, en verdad no me enfade sino que me hizo gracia. Y luego de un rato se quedo en silencio incomodo hasta que pusieron música y me relaje.
Y hasta este momento me encontraba pensando en todo lo que había pasado, mi vida estaba tan patas para arriba que no me lo podía creer.
Decidí que esto no podía seguir así, por eso le propuse a Natalie ir a dar una vuelta por el paseo marítimo. Al principio me puso mala cara, pero luego acepto. Me cambie y me puse una polera y luego unos pantalones cortos, estuvimos mirando tiendas y no paraba de comprar. En verdad yo no quería comprar, solo quería dar un paseo por la playa. Y con todo esto estoy muy frustrado por que no quiero hablar mal de ella, ¿pero es que no puede ni un día no comprar?
Creo que hoy voy hablar seriamente con ella. Bueno, no estoy seguro. ¿Quiero acabar con esta relación ahora? ¿En medio de las vacaciones?
Creo que me va estallar la cabeza, como siga pensando en estas cosas.
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Es un poquito cortito pero mejor eso que nada.
No tengo ideas para la parte del chico. ¿Alguna idea? Comentad pls.
Besitos.
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Juegos del destino
Teen FictionUna pareja con grietas, una familia medio perfecta con una hija aparentemente excelente. Él, un apuesto hombre buscando una aventura de verano, pero él no era un quinceañero, tenia sus 26 años. Él pensaba en muchas cosas, pero no sabía que su vida...