Una vez que escucho mi nombre en boca de mi hermana y la posterior pregunta, asiento levemente indicando que mi respuesta era afirmativa. La escucho suspirar al mismo tiempo que su mirada queda posada en sus manos, con las cuales estaba jugando con nerviosismo. Pasan unos cuantos minutos en completo silencio, en los cuales esperaba que dijera algo, su mirada se eleva haciendo que choque la mía y lo siguiente que sucede, es que comienzo a escuchar su suave voz.
-Soy consciente de que no he actuado de la forma en la que tendría que haberlo hecho, pero debes comprender mis razones... Es un día importante por mí y lo olvidaste por completo, estaba molesta.
¿Día importante? Santa madre, sono perso.
Mi mente se vuelve un nudo de pensamientos en el preciso momento en el cual comienzo a intentar recordar posibles razones por las cuales este día sería tan importante, mientras siento la mirada de mi hermana constantemente sobre mí, pero a pesar de los constantes intentos no logro encontrar respuesta alguna.
-Debo serte completamente sincera al decir que no recuerdo el porqué de este día es especial, pero a la vez, eso no justifica tus acciones. Podrías perfectamente decirme lo que estaba sucediendo en lugar de que me entregaras, ninguno soporta los gritos de nuestra madre.
Suelto un suspiro pesado una vez que finalizo lo que estaba diciendo, mientras me acomodo mejor en la cama para quedar frente a frente con Gia, esperando que de una vez por todas me explicara qué estaba sucediendo, para poder luego dormir al menos una hora antes de que mi despertador sonara.
-Dante regresa a casa, luego de tantos meses podré ver nuevamente a mi novio.
La emoción era completamente notable y el brillo en sus ojos dejaba en claro que estaba feliz por la noticia que acababa de transmitirme. Pero lo que acababa de decir no tiene el mismo efecto sobre mí.
Dannazione, preferirei morire.
Tomo entre mis manos uno de los almohadones de adorno que se encontraba sobre mi cama, para luego esconder mi rostro en este justo a tiempo para ahogar un fuerte grito que deja mis labios desde lo más interno de mi ser. Cuando termino de gritar, elevo mi mirada para ver a mi hermana, observando la mueca de molestia que curvaba sus labios ante mi reacción.
Dante Fiore era el joven que cualquier chica desearía como novio y aquel que los padres esperan que sus hijas llevaran a casa. Notas ejemplares, buenos modales, capitán de fútbol en el instituto, varias medallas en sus manos resultantes de campeonatos estudiantiles y deportivos. Era aquel chico que tenía la facilidad de correr las bragas únicamente con su mirada, todas las bragas menos las mías.
Sus numerosos logros habían permitido que ganase una beca para irse de intercambio a Londres, en dónde pasaría cuatro años, pero por alguna extraña razón que claramente no me importaba, pero sí me disgustaba, estaba volviendo dos años antes de lo previsto.
Mi odio hacia la pareja de mi hermana no proviene de un enamoramiento no correspondido que terminó con mi corazón hecho pedazos, se podría decir que esta situación es completamente lo contrario. El odio que siento hacia Dante comenzó a desarrollarse en mi interior desde que apenas éramos unos niños, para luego irse potenciando a lo largo del tiempo. Podría resumir mi sentimiento de rechazo en tres puntos.
Primo punto, il piano fallito.
Mi madre y su madre habían sido amigas desde que se conocieron en el instituto volviéndose completamente inseparables, dos mujeres hermosas con personalidades opuestas que se complementaban a la perfección. Desde ese entonces trazaron un plan que parecía estupendo, lograr que sus hijos o hijas tuvieran el mismo lazo fuerte que ellas habían logrado. Su plan podría decirse que en parte salió como esperaban, debido a que Gia y Dante se enamoraron confirmando su relación, alegrando a ambas mujeres. Pero como siempre, tenía que presentarme yo para destrozar los sueños de mi madre, debido a que jamás quise aceptar una amistad con Dante, algo que mi madre aún no me perdona pero que, para la señora Fiore y para mí resulta motivo de risas.
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ᴘᴇʀᴄʜᴇ́ ɴᴏɴ ᴍɪ ᴀᴍɪ?
Teen FictionNo todos los viajes tienen buenos finales y no todos los secretos duran eternamente. ¿Qué sucede cuando cuatro personas en un mismo viaje comienzan a dar a conocer oscuros secretos? La amistad, el amor, la hermandad, la vida y la muerte quedan en ju...