"Definitivamente quiero hacerlo mío!
Quiero tenerlo aquí de rodillas haciéndose cargo del problema que causó en mis pantalones al verlo morder su labio inferior."
***
La historia se ambienta en el estilo de vida del BDSM, así que puede o no que haya...
Nos dirigimos hacia la habitación que tengo reservada para mí en el club, y en el camino me es imposible dejar de pensar en toda la diversión que tendré está noche.
Phana sabe cómo satisfacerme.
Nunca fui del tipo del que le gustan los hombres masculinos, yo he sido más de twinks o de femboys...
Me encantan los chicos con cara bonita y bellos traseros, pero el placer de ver a Phana gimiendo debajo de mí, es algo que ha superado en gran medida mis expectativas.
Además Phana es tremendamente sexy.
Al pasar por la habitación de Max, la curiosidad me invade, así que le hago señas a Phana para que se adelante con Wayo, mientras introduzco el código de seguridad para entrar en la habitación.
La sangre de mi cuerpo se concentra toda en un punto específico de su parte inferior al ver la escena de Max y Ming.
Él está en cuatro siendo follado por una máquina que tiene atrornillado un dildo que entra y sale de su cuerpo a mucha velocidad.
Se ve que lo disfruta y más Max que acalla sus gemidos al introducir todo su largo en la boca del chico.
Max se percata de mi presencia y sonríe, yo me pongo duro con el sólo sonido de la máquina que se introduce a mayor velocidad en el cuerpo de Ming.
Miro por un par de minutos y mis pantalones se hacen cada vez más estrechos.
Max me lanza un beso mientras levanta la cabeza de Ming para que me mire, el chico está rojo como un tomate, pero aún así pude distinguir un sonrojo más en sus mejillas.
Antes de que me vaya, Max embiste con mayor fuerza la boca de Ming, mientras éste aún me mira... Supongo que la humillación es lo suyo.
Salgo lo más rápido que puedo de la habitación, pues conociendo a mi hermano, en cualquier momento y sin darme por enterado, podría terminar participando con ellos.
Max es terriblemente hábil para esas cosas, y yo pues, amo a Max, y siempre termino cediendo.
Cuando llego a la habitación me encanta saber que pese a la lujuria y el hambre que ambos tienen en sus ojos, Phana y Wayo a penas están en el juego previo, sé que me estaban esperando.
Me siento en mi sillón habitual y me alisto para el espectáculo.
Phana le ordena a Wayo que se desnude, y el pequeño lo hace rápidamente, para quedar sólo con un arnés de cuero negro que resalta su piel blanca y que remarca perfectamente sus glúteos y deja a la vista su pequeño miembro que ya debe estar goteando de excitación.
-"Baila para tu papi" comanda Phana mientras se sienta sobre una silla.
Phana PDV
Estoy en el cuarto de juegos de Forth, mientras Wayo trata de prepararse para hacer un baile para mí.
Me siento y espero ansioso sus movimientos.
Amo a ese pequeño siendo tímido, pero amo más verlo en pose de seductor.
Me encanta que me desee y que no tema demostrarlo...amo verlo en modo putito.
Tiene un arnés que remarca su silueta, y deja su enorme y gordo trasero a mi vista.
Él se mueve sugestivamente y cuando agacha su trasero frente a mi regazo, aprovecho para agacharlo y hacer que abra sus piernas de manera que su hoyo quede a mi disposición, ese puntito rosado hace que mi pene salte entre mis pantalones.
-" Bebé papi tiene algo para ti.. dime te gustan los juguetes cierto?"
-" Sí papi"
-"Ok, entonces papi te pondrá uno, justo aquí." Acaricio al rededor de su hoyo con uno de mis dedos mientras gemidos escapan de su boca.
Pongo un poco de lubricante y empiezo a esparcirlo lentamente por su hoyo.
Mi mirada se posa en Forth y una risita escapa de mi boca al ver cómo se masturba mientras mira con ojos de lujuria.
Paso la lengua por mis labios mientras admiro a Forth por un par de segundos más, nunca pensé que conocería a alguien como él, lo suficientemente sexy para atraerme y tentarme a dejar que haga todo lo que quiera conmigo.
Al ambos ser dominantes tenemos muy claro cómo funciona todo, y a ambos nos excita el tener el control absoluto de nuestros subs, sin embargo, ceder ante él, se ha convertido en mi placer culposo.
Sin apartar la mirada de Forth, saco de uno de los cajones del lado de la silla un plug vibrador que puedo operar desde mi celular, creo que podré darles placer a ambos, a mi querido bebé porque lo va a tener adentro, y a Forth porque va a disfrutar de una excelente escena.
Regreso la atención a mi pequeño y rozo por la entrada de su hoyo la punta del objeto que aún no vibra.
Me imagino la cara de Yo al sentirlo!!
Juego un poco más con él mientras mi pequeño trata de moverse para sentir mayor fricción entre su entrada y el juguete.
Con una de mis manos halo fuerte su cabello y al mismo tiempo, y sin advertencia, introduzco el juguete lo más profundo que puedo, causando en él un gemido de sorpresa, que luego se convierte en placer al sentirse lleno.
"Gracias Papi, se siente bien" dice mi pequeño mientras se levanta. Zaz! Una nalgada sobre su gordo trasero hace que empiece a bailar de nuevo.
Esta vez, lo beso y halo su cabello.
Cuando baila sobre mi regazo, aprieto y amazo su trasero y de vez en cuando lo sorprendo con una nalgada, mis ojos se escapan de vez en cuando para ver a Forth, que muerde sus labios y sé que es mi señal para entrar en acción.
Enciendo el vibrador en el nivel mínimo, y le ordeno a Yo seguirme, camina con dificultad pero sé que lo disfruta.
"Bebé baila para el amo Forth un rato, recuerda complacerlo, pero no ir muy lejos, apenas estamos empezando."
Yo sonríe maliciosamente. ***** Ésta es la máquina que usaban Max y Ming.
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