Бессмертные: Снежные Демоны

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Me llamo Natasha, nací en un lugar apartado de la gente, donde nevaba casi todo el año, actualmente conocido como Belarús.

Fui criada en lo que ahora es Rusia y ucrania, por mis hermanos mayores.

Un día fui a casa de mi hermana mayor tratando de averiguar el porqué mi hermano y ella me habían traicionado.

Terminó gritando que yo era adoptada.

Estaba ebria y pensé que era mejor no hacerle caso, pero mencionó que mi hermano Nikolay sabía la verdad lo cual me causó una gran intriga.

Resultó ser cierto.

Mi único hermano de sangre y yo fuimos a la tumba de nuestra madre.

-¿¡Por qué nunca me dijiste nada!?- Le grité a mi hermano mientras las lágrimas inundaban mis ojos.

-Te veías tan feliz con esas personas, no quería arruinar tu felicidad haciéndote saber que ninguno de ellos era tu familia-

Es verdad, yo los amaba porque creía que eran mi familia y ahora que sé que no los son es muy difícil porque yo los sigo amando.

Fui adoptada por ellos junto a mi hermano cuando tenía pocos meses de haber nacido.

Era una familia algo pequeña y muy pobre, eran los marginados de la sociedad.

No tenían casa, carecían de alimentos, no tenían un techo y aun así nos aceptaron con ellos.

Por lo que dice mi hermana, nuestra madre nos abandonó dejándonos con ellos y no fueron capases de dejarnos a la deriva.

Vivíamos a las afueras del pueblo, en un bosque. Dormíamos bajo los árboles nevados a temperaturas bajo 0. Sobrevivíamos, la gente no se explicaba cómo, yo no tenía idea, pero Yakatherine, lo sabía muy bien.

Nos llamaban los demonios de la nieve porque teníamos habilidades extrañas.

No se equivocaban, éramos demonios.

-¡Hermano! ¿Qué haces?- Le pregunté a Iván.

Estaba haciendo ruidos con algo que parecía ser un juguete.

-¡Mira Natasha, esto es un soldado! Lo encontré en la basura- Me respondió con un tono muy alegre.

-¡Niños! ¡Encontré algo de comer! Vengan- Llegó nuestra hermana mayor Yakatherine.

Corrimos allá.

-Que delicioso hermana, ojalá pudiéramos comer esto todos los días...-

-Eso solo sería posible con mucho dinero ¿Saben lo que me costó conseguir esto?-

Mi hermana realmente arriesgaba la vida cada vez que se acercaba a un pueblo. Si nos reconocían los campesinos nos perseguían. Teníamos miedo de los humanos, todos ellos querían matarnos porque tenían miedo de nosotros.

-¡Hermanas! Un día... El pueblo nos amará y tendremos una gran familia, muchas personas como nosotros, jamás volveremos a estar solos y tendré la fuerza suficiente para protegerlas, lo prometo- Dijo Iván.

Mi hermana lo miró con los ojos cristalinos, estaba segura de que lloraría.

Yo aunque era muy joven me quedé pasmada al escuchar lo que mi hermano decía.

-Aww... Hermanito, te quiero mucho, vas a ver que así será- Lo abrazó.

-¡Y yo te ayudaré hermano!- Le dije de manera algo posesiva.

-¡Yo también! ¡¿Saben qué?! Todos nos ayudaremos para nunca estar solos- Dijo mi hermana mayor.

-Y estaremos juntos hasta el final-

Pero... Pasarían muchos años para que todo lo bueno llegara.

Guerras terribles azotaron a los pueblos de los alrededores, sumiéndonos en la violencia que los humanos generaban.

Mi hermana Yakatheriene, su hermano gemelo, mi hermano y yo, fuimos atrapados y acabamos como esclavos para el rey de Polonia, siendo mi hermano Iván el único que logró escapar de la violenta guerra... Siendo nuestra única esperanza.

Para nuestra suerte, el rey de Polonia jamás se enteró de que éramos los temidos demonios de la nieve, pero por otro lado, como a todos los humanos nos trataba mal.

Mi hermana y yo lo atendíamos personalmente, como unas simples sirvientas aunque al más mínimo error nos costaba un litro de sangre, eran terribles los maltratos que recibíamos de aquel hombre.

Los años pasaron, todos crecimos e Iván logró rescatarnos, derrocando al rey con la ayuda del pueblo sobreviviente a las dichas guerras.

Fue entonces cuando todo comenzó a cambiar...

Con 20 años mi hermano se volvió jefe militar del ejército ruso, nosotras nos unimos a él en el trabajo un par de meses después teniendo mi hermana mayor 27 años y yo 14.

Dejamos de ser temidos para ser respetados y admirados.

Mi hermano compró una enorme mansión donde vivíamos, más no solos. En la mansión vivíamos junto a muchísimos jóvenes, en su mayoría mujeres que Iván refugiaba de la calle, todos vagabundos sin hogar al igual que como nosotros estuvimos alguna vez.

Quería ayudar a los humanos y fue grandemente correspondido.

Todos lo amaban, éramos una gran familia, él se hacía cargo de todos los gastos. Abrió un orfanato aún más grande y todos los días visitábamos a los enfermos del pueblo, animándolos, cantando y tocando instrumentos.

Todo era muy alegre, parecía de ensueño, jamás hubo otra época tan feliz como esa.

Nosotras daríamos la vida por él, al igual que todos los refugiados... Porque él ha dado cada minuto de su vida por protegernos.

Aún sí, eso significaba convertirnos en asesinas. Haríamos lo que fuera y estaríamos juntos sin importar que, hasta el final.

Todo comenzó a cambiar... Cuando ella murió.

Una de las niñas que Iván había refugiado, su consentida, fue brutalmente asesinada por enemigos en el campo de batalla.

Mi hermano se enteraría de ello, ya que eso pasó frente a sus ojos.

No reaccionó bien, en ese momento desató su lado demoníaco.

Conservó el cuerpo sin vida en una recámara solitaria.

Iván pasaba todos los días sentado en el dormitorio de la niña, mirando hacia una pared donde había girasoles pintados y observando los dibujos que hizo ella.

Nos distanciamos mucho de él, cada vez que tratábamos de acercarnos él gritaba que nos fuéramos y lo dejáramos en paz.

Se volvió frío y algo insensible con todo el mundo.

De ser un lugar alegre, la mansión se volvió un lugar muy sombrío, todos temían hablar con él.

Cierto día sorprendentemente el cuerpo sin vida se levantó.

Aquella cambió enormemente, su tez, su cabello, sus ojos, todo, haciéndose muy semejante a Iván.

No hace falta decir que nadie podía explicarse como fue eso posible.

Jamás confié en ella...

Nos alejó mucho de nuestro hermano.

Comenzó a hacer que provocara guerras sin sentido y cuando la confronté...

-¡¿Por qué le dices a mi hermano que provoque estas guerras?! Esos pueblos ya estaban devastados ¿Cuál es tu problema?- Le dije a ella a solas.

-A ti mis planes no te interesan, así que más te vale no meterte en ellos o haré que te maten-

Ella fue la que hizo que mis hermanos trataran de asesinarme.

No solo lo intentó una vez.

Prometió destruirme a mí y a todos a los que yo amara.

Incluso trató de matar a su hermana aunque él realmente nunca quiso hacerlo.

Ella estaba detrás de todo.