Бессмертные: Снежные Демоны

La traición Soviética

El sol era tan fuerte que incluso las aves se abstenían de su vuelo, siendo los buitres y cuervos, las aves de allí, quienes se escondían en las pocas sombras que había.

Dos personas desviadas de la carretera caminaban por otro sendero que ellos mismos trazaban. Se dirigían al cuartel que se encontraba allí mismo en el desierto.

Con largas gabardinas negras y armamento pesado, seguían su camino, Bela y su mellizo, mejor conocidos por ser parte de los demonios de la nieve.

En el cuartel yacían los soldados del ejército ruso.

Visitarían a su hermano mayor, este les había mandado a una misión antes de la visita, y al cumplirla se apresuraron para continuar con la siguiente.

Iván está mandando a matar a muchos líderes y personas de influencia en varios países. Siendo Bela la mejor asesina, ella tenía que encargarse de los trabajos "Sucios".

Al llegar al cuartel les hicieron una revisión rápida.

La hermosa mujer se quitó la gabardina, la cual era la única prenda que llevaba además de la ropa interior.

Tomó otra capa, una más ligera para soportar semejante calor.

Dejó todas sus armas a los soldados y continuó. Específicamente siempre tenía que ir sola, pues a Iván no le gustaba la presencia de su hermano menor.

Entró al edificio, a la oficina de su hermano.

Al tocar la puerta inmediatamente Yekaterine atendió...

-¡Querida hermanita, bienvenida!- Le exclamó con una sonrisa.

Era tan hipócrita, le seguía sonriendo a su hermanita a pesar de no agradarse, todo el tiempo peleaban por el amor de su hermano.

-...- Aquella no contestó nada.

-Pasa...- Le dijo aquella mientras iba a sentarse arriba de un mueble a servirse vodka junto a su mellizo.

Últimamente, Yekaterine está tomando demasiado.

Natasha cerró la puerta y se sentó frente al escritorio.

-Natasha, pero qué rápido has terminado la misión- giró de la silla y apareció con una sonrisa.

-Iván...-

-Tengo una nueva misión para ti...- Dijo Rusia en un tono más serio.

De un cajón del escritorio sacó varias fotos.

-Estos hombres... Tienen que morir, son poderosos enemigos... Y me están estorbando- dijo el hombre de ojos violeta.

-¿Japoneses...?- En un pequeño momento, recordó algo...

"Ella era más joven, y corrió detrás de su hermano, cuando lo vio hablar con alguien.

-¡Hermano!- Le decía alegremente mientras iba corriendo tras de él.

Fue a abrasarlo por la espalda y giró poco a poco su cabeza para ver con quien estaba su hermano mayor..."

El recuerdo era muy borroso, no sabía quién era.

-Sí, un helicóptero te llevará al aeropuerto, tomarás el primer avión a Japón-

-Entendido-

-Nikita no irá contigo... Estará ocupado-

-Bien-

Aquel se levantó de su asiento.

-¡Ah! Y quiero que evites a Kiku a toda costa-

Ella solamente asintió y volteó un par de segundos a ver a su hermana. Tenía una sonrisa igual de siniestra que la de Iván.

-Puedes irte... Y recuerda, si no cumples con la misión... No te molestes en regresar- Le dijo este con gran seriedad.