Sentimientos renacidos

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La noche resaltaba con la belleza de la luna llena, su luz traslucía por la ventana de aquella choza donde dentro de ella dos cuerpos se unían entre caricias sobre un estante en el piso, entre besos y suaves toques saciaban su deseo de amarse, el génisis fue un suabe toque en los labios provocado por el deseo de poseer aquel cuerpo delicadamente blanco como la seda, el calor dentro evitaba que el frio de la noche se expandiera por el lugar, con solo una túnica blanca tenian suficiente para cubrir sus cuerpos en el proceso.

No importaba si los escuchaban a lo lejos, su corrupción por el otro era su mayor deseo, Xie Lian no podia controlar su voz por el placer y dolor que obtenía, teniendo en claro que después de aquella acción sus poderes desaparearían por un corto tiempo. Rompiendo una de las reglas más importantes en su cultivación; la castidad de su cuerpo fue inevitable ser destruida por Hua Cheng.

Pero no pudieron evitarlo ambos sentían lo mismo, tal era su deseo de poseer y ser poseído, gracias a eso el fruto prohibido fue arrebatado, las sensaciones se extendían más y más, los besos se convertían en mordidas, las agitaciones al momento subía y sus respiraciones continuaban por la fricción y roses de sus cuerpos; convertieron la accion en sudor, y el sudor en gotas constates que recorrian su piel.

Debajo de Hua Cheng, Xie Lian se encontraba, completamente embriagado por sus toques en su cuerpo, cada expresión era admirada por la persona que estaba sobre él, incitando aún más a Hua Cheng a querer hacer un desastre de él.

Las penetraciones subían y bajaban, las entrepiernas de Xie Lian rosadas estaban por el desempeño de la fricción sobre su cuerpo por Hua Cheng, abriendolas cada vez mas en cada embestida como alas de mariposas cuando se expandian, Hua Cheng sabía que al principio el penetrarlo sería difícil para su pareja, sin embargo acepto el reto y se obligó a tener el miembro de Hua Cheng; algo que no le agrado mucho. Hua Cheng no quería qué se esforzara en aguantar todo aunque era asi, trato de entrar lento y suave dentro de Xie Lian con sumo cuidado.

Sus manos subían y bajan por la cadera de Xie Lian a cada embestida hecha por Hua Cheng, las cicatrices de besos y mordidas suaves fueron ocultadas por los largos y finos cabellos de Xie Lian, aquella escena para Hua Cheng  era simplemente hermosa difícil de plasmar en un retrato, cada gesto y expresión que Xie Lian hacia, Hua Cheng cada noche y dia recordaría todas ellas, como terminaba la noche anterior y el último beso dado al final, hasta el ultimo e insignificante detalle quedaria grabado en su mente.

A la mañana siguiente Xie Lian se levantó con un dolor punzante en sus caderas y en su parte más íntima, esa parte donde nadie tenía permiso de tocar, ni ver aunque fue una excepción para Hua Cheng que corrompió parte de su cultivación en su cuerpo en una sola noche, dejándolo tan derrotado y cansado al dia siguiente, aunque fue decisión de Xie Lian qué se sentía un poco culpable y arrepentido por el mal estado de su cuerpo, sin pensar más procedió a levantarse y limpiarse aunque al parecer ya lo estaba hasta la parte más íntima estaba impecablemente pulcra, Xie Lian sabía quién lo había hecho en su rostro una sonrisa avergonzada se dibujó, continuo a levantarse y vestirse, poco después de haberse arreglo como comúnmente lo hacía, alguien desde la puerta cariñosamente lo llamo- Ge ge...ya despertó-

-Debío a ver dormir un poco más...-entro y dejo algunas frutas recién cortadas y limpias en la mesa.

Xie Lian estaba un poco abochornado- San Lang, las tareas de la casa no se hacen solas y aunque tú me ayudas bastante, no por algo asi...-su mirada tímida se dirigió a aquel hombre elegante que lo miraba con dulzura.

Hua Cheng intervino por él- Si, lo sé y por eso admiro su capacidad ge ge...-

-Sin embargo puede hacer las cosas sencillas, mientras yo hago las cosas difíciles, como barrer y asear la casa, mientras que ge ge puede hacer la comida, que le parece...-

La razon de mis sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora