Nova: The 164

Capitulo 6: Kira... ¿Conoces su verdadera apariencia?

Capitulo 6

Kira... ¿Conoces su verdadera apariencia?

En un área desolada, un cuartel subterráneo, una sala de experimentos y un cuarto con el espécimen. 

-¿Cuál es su nombre?- Pregunta el teniente al sujeto de la bata medica.

-No tiene, pero, dado que le encontramos al norte de Japón decidimos darle un seudónimo que ella pudiese recordar. Ella, pudimos llevarla a las autoridades pero, nos resultaba más beneficioso tenerla aquí en el laboratorio. Nombrada Kira, derivado de killer que significa asesino- Respondió bastante sereno.

-Le queda muy bien ese nombre... ¿De dónde viene?- Indago el uniformado; se refería al planeta de donde provenía aquella joven que estaba ahí parada observando la lámpara del techo. El científico le miro siendo un poco perspicaz con sus ojos.

-¿Nova te suena?- Le contesto con una pregunta –Mantente lejos de la puert...- No había culminado la palabra cuando la ventanilla de vidrio de la puerta fue atravesada con ira desde el interior, Kira se giro y poso su mirada carmesí sobre él –Retrocede- Una palabra más y los pies de Kira avanzaron con rapidez a la puerta.

-¡Stop!- Se oyó una tercera voz en el lugar... Kira freno sus pasos cuando de la diadema que colocaron en su cabeza se disparo la secuencia de sedado. Consistía en atravesar dos agujas en su cráneo a una temperatura que superaba el núcleo de la tierra; para un novaliano no es morir, pero, produce un dolor desesperante. Ella cayó postrada al piso y se regreso el ‘agente’ al interior de la habitación donde le mantenían recluida.

-Calmada, Kira- Le ordeno el sujeto de la túnica blanca, ella mantuvo sus pupilas dilatadas en él.

-Shineba ii noni- Le hablo en el japonés que manejaba tan bien como respirar.

-Cuida esa boca, alíen- Escupió el piso y le dio la espalda –Dupliquen la dosis de sitanocol- Ordeno a un joven vestido de blanco.

-Entendido- Le contesto este y se retiro.

-¿Duplicar?- Kira se preguntaba en su cabeza el porqué le trataban como a un animal -¿Cómo es la luna... las siete lunas de Nova?- Desvió su mirada a la pared de tono pálido, con un ‘agente’ rasguño el material para bocetar la séptima Luna, Kira. Una luna de sangre, con esa misma consistencia y dulzor.

Devolvámonos a nuestro novaliano que observa las aspas de su ventilador girar y girar... sus pupilas se dilataron cubriendo parcialmente el iris esmeralda de sus ojos, de nuevo caía en aquel trance y seguidamente atravesó el techo sin siquiera pestañear. Puesto en pie los trozos de madera caían aun, los rayos de la mañana se escurrían de la perforación producto del instinto del joven.

-Necesito... más... más muertes- Su mirada se oscureció en su totalidad... se le marcaban aquellas típicas ojeras de agotamiento, pero, él no estaba agotado o trasnochado... él estaba hambriento. La puerta se abrió, su tío le clavo la mirada de inmediato... el techo hecho un fiasco total y al muchacho que lo veía como un león a una oveja indefensa.

-¿Qué piensas hacer?- Arrojo la pregunta sin apartarle la mirada de encima.

-Saciar mi apetito- Le contesto con un tono de voz algo forzado.

-El desayuno no está listo aun- Respondió con completa serenidad relajando su rostro levemente.

-Lo se... perdóname, hoy no me apetece desayunar... aquí- Sus pies retrocedían por el suelo con escombros.