Terminé de beberme el cola-cao y salí de casa a toda pastilla. Me monte en mi Fíat 500 rojo y salí dirección al restaurante.
Por suerte, cuando llegué Dan no estaba demasiado enfadado. Le pedí disculpas por el retraso y le dije que no volvería a pasar.
-"Buenos días primita. Se te han pegado las sábanas ¿eh? Dijo sonriendo de medio lado.
-"Si, bueno, he dormido fatal". Dije bostezando.
-"Pues que sea la última vez". Dijo dándome un pequeño toque en el hombro. -"Ve colocando las mesas. Abrimos en media hora."
Asentí con la cabeza y me puse a ello.
Cuando terminé, abrí la puerta y subí las persianas.
Los clientes no tardaron en llegar y rápidamente tuve que atenderles.
Lo que más pedían eran cafés y tostadas aunque algún señor mayor pedía una copa de vino. ¿¡A quién se le ocurre beberse un vino a esas horas de la mañana!?
La mañana se paso bastante rápido pero no paré ni un solo segundo. Como todos los días fueran así, iba a terminar hecha polvo.
Hice una pausa de media hora para comer. Terminé y volví a mi puesto de trabajo. Llegó mucha gente pero de repente entró un chico que me llamó bastante la atención.
Era de estatura media. Castaño de ojos marrones y bastante guapo.
No perdí ni un segundo más y me acerqué a él.
-"Buenas tardes, ¿que va a tomar?"
-"Hola guapa. Mmm, ponme un sándwich mixto y una coca-cola."
-"Perfecto, ahora mismo se lo traigo."
Joder, de cerca era aún más guapo y tenía una sonrisa que enamoraba.
Fui hacia la barra para comunicar el pedido. Me giré y ahí estaba aquel guapo desconocido. Sentado en su mesa, sonriéndome.
Pero, ¿quién era?
Cuando ya estaba el sándwich hecho, cogí la bandeja y fui a su mesa.
-"Aquí está su sándwich mixto y su coca-cola. Que aproveche."
-"Gracias." dijo sonriendo y me guiñó un ojo.
-"Joder Nicole, le tienes en el bote." pensé mientras me volvía hacia la barra.
Yo seguía atendiendo a los demás clientes bajo la atenta mirada de ese chico. Me estaba poniendo nerviosa y era la primera vez que esto ocurría.
Pasado un rato, el chico levantó la mano en señal de que quería la cuenta. Así que, me acerqué a él una vez más.
-"Señorita, ¿me trae la cuenta?"
-"Ahora mismo guapo." dije y me fui hacia la caja.
Un minuto mas tarde, fui a entregarle la cuenta al chico misterioso.
-"Toma." me dijo mientras me daba el dinero. "Y esto es un regalito para ti." dijo entregándome un papel en el que ponía su número y su nombre.
Una vez más, me sonrió mientras se levantaba y se iba.
Volví a la barra y leí el papel que me había entregado el chico.
-"Tanner Scott. 123456789." dije en bajito. "Así que, Tanner, ¿eh? Vamos a ser muy buenos amigos tú y yo; Tanner". Me guardé la nota en el bolsillo trasero del pantalón junto al móvil y continué con mi trabajo.